El software es un conjunto de programas, instrucciones y reglas informáticas que permiten ejecutar distintas tareas en una computadora. Se trata de una palabra que proviene del idioma inglés pero que, gracias a la masificación de uso, ha sido aceptada por la Real Academia Española.
Se considera que el software es el equipamiento lógico e intangible de un ordenador. En otras palabras, el concepto de software abarca a todas las aplicaciones informáticas, como los procesadores de textos, las planillas de cálculo, los editores de imágenes, los reproductores de audio y los videojuegos, entre otras muchas.
La programación
El software se desarrolla mediante distintos lenguajes de programación, que permiten controlar el comportamiento de una máquina. Estos lenguajes consisten en un conjunto de símbolos y reglas sintácticas y semánticas que definen el significado de sus elementos y expresiones.
Un lenguaje de programación habilita a los programadores del software a especificar, de forma precisa, sobre qué datos debe operar una computadora.
Tipos de software
Dentro de los tipos de software, uno de los más importantes es el software de sistema o software de base, que permite al usuario tener el control sobre el hardware (componentes físicos) y dar soporte a otros programas informáticos. Los llamados sistemas operativos, que comienzan a funcionar cuando se enciende la computadora, son software de base.
El firmware (que se encarga del control físico del hardware) y los drivers o controladores (orientados a la interacción entre el sistema operativo y los periféricos) también forman parte del software de sistema.
En una empresa, en tanto, suele usarse software de oficina, software de gestión (ERP) y software de relación con el cliente (CRM), por ejemplo.
Entre el software de seguridad, es posible destacar al antivirus y al firewall o cortafuegos. Estos programas buscan evitar daños causados por software malicioso (malware) como el spyware y el ransomware.
De acuerdo a la licencia de software, puede distinguirse entre el shareware (permite el uso gratuito con limitaciones), el freeware (con distribución sin costo) y el adware (incluye publicidades), además del software comercial.
Si nos centramos en el código fuente, existe el software propietario (no se puede modificar o adaptar) y el software libre (cuyo código es accesible y puede ser modificado y usado con libertad). El software open source, en tanto, presenta su código fuente bajo licencia de código abierto.
La complejidad
Volviendo al desarrollo de software, dado que abarca tantos terrenos muy diferentes entre ellos, es correcto afirmar que también puede tener grados de complejidad muy diversos: programar una pequeña aplicación que almacena una lista de nombres, números de teléfono y direcciones de correo electrónico no requiere los mismos conocimientos o habilidades que requiere la programación de un videojuego. Tampoco son iguales las habilidades innatas o los talentos que se necesitan para ambos campos: mientras que el primero persigue la elaboración de productos simples y pequeños, el segundo se relaciona con la innovación tecnológica a un nivel altísimo.
Sin embargo, dentro de una misma compañía pueden coexistir equipos de desarrolladores que crean software de diferentes tipos. Por ejemplo, hacer un videojuego requiere el uso de programas para la creación de gráficos, animaciones, mapas, elementos gráficos de la interfaz, simulación de física y composición musical, entre otros, de manera que se conjugan las habilidades de muchas personas.
Ejemplos de software
El navegador web Chrome es un ejemplo de software. Este programa, como todos los de su tipo, permite acceder a sitios en Internet.
Un ejemplo de software de diseño gráfico es Photoshop, muy popular a la hora de editar imágenes. Entre el software de audio, en tanto, un ejemplo es Audacity, que ayuda a recortar sonidos, posibilitando también la incorporación de efectos.
Todas las aplicaciones móviles que se descargan desde App Store o Google Play Store constituyen, asimismo, ejemplos de software.
Su importancia en la economía
La industria del desarrollo de software se ha convertido en un protagonista importante dentro de la economía global, ya que mueve millones de dólares al año. La compañía más grande y popular del mundo es Microsoft, fundada en 1975 por Bill Gates y Paul Allen. Esta empresa logró trascender gracias a su sistema operativo Windows y a su suite de programas de oficina Office.
En las últimas décadas, el desarrollo de software se ha vuelto cada vez más relevante para la economía, ya que abarca un amplio abanico de puestos de trabajo y abastece de programas a muchos y muy diferentes mercados. Basta con echar un vistazo a los comercios para darnos cuenta de que incluso los refrigeradores cuentan con un software para controlar diferentes aspectos de su funcionamiento. Esto no es precisamente un rasgo de los dispositivos de última generación, ya que el software ha estado en los electrodomésticos desde hace ya muchos años, pero no siempre con una interfaz tan clara y accesible para el usuario.
La presencia de una pantalla para interactuar con un programa es la norma en la actualidad, pero no siempre fue así, precisamente porque no es un requisito del software sino una herramienta que le brinda comodidad a la persona y abre las puertas a un mayor control. A pesar de esto, los consumidores con menor grado de conocimientos técnicos necesitan este elemento visual para ser conscientes de que están adquiriendo un producto que tiene software.