Un agente patógeno es un elemento que puede provocar una enfermedad o un trastorno orgánico a un huésped. Cabe destacar que se llama huésped al organismo que lleva o alberga otro organismo.
El término agente, en tanto, puede utilizarse de distintas maneras. En esta oportunidad nos interesa quedarnos con su acepción como aquello que tiene la capacidad de actuar o de producir algo. Patógeno, por otra parte, es un adjetivo que califica a lo que causar una enfermedad (una variación del estado de salud).
Por lo tanto, el agente patógeno se aloja en un huésped y le provoca alguna clase de daño. Un virus, una bacteria o un hongo pueden actuar como agentes patógenos a través de diferentes mecanismos infecciosos. Los huéspedes pueden ser seres humanos, animales o plantas.
Etimología del concepto
Es interesante conocer el origen etimológico de las dos palabras que dan sentido al concepto que ahora nos ocupa:
- Agente deriva del latín agentis, que puede traducirse como “el que lleva la acción”. Es fruto de la suma de dos elementos diferenciados: el verbo agere, que es equivalente a “actuar”, y el sufijo -nte, que se usa para determinar el que realiza la acción.
- Patógeno, por otro lado, tiene raíces griegas y significa “que produce enfermedad”. El vocablo griego se compone de dos partes: el sustantivo pathos, que es sinónimo de “enfermedad”, y geno, que equivale a “producir” o “engendrar”.
Ejemplos de agentes patógenos
El protozoo Toxoplasma gondii, por ejemplo, es un agente patógeno que puede hospedarse en un gato y provocarle toxoplasmosis, una enfermedad que se contagia a las personas. Una vez que el gato adquiere la toxoplasmosis, puede defecar y transmitir el parásito a las personas.
Otro ejemplo de agente patógeno es el Corynebacterium diphtheriae, una bacteria de tipo bacilo que se aloja en el ser humano y le provoca difteria. Esta enfermedad provoca el desarrollo de falsas membranas en la garganta, la nariz y la piel, causando dolor, incremento de la temperatura y lesiones de distinta clase. Cabe resaltar que existe una vacuna que previene la infección.
Eso sin olvidar otro ejemplo como puede ser la bacteria Clostridium tetani, que es responsable del tétanos. Su manera de actuar es entrar en el cuerpo a través de una herida y luego, una vez en el interior, liberar una toxina.
Los nemátodos
De la misma manera, no podemos pasar por alto que también se considera que los nemátodos son agentes patógenos. En su caso, se encargan de provocar diferentes enfermedades en las plantas.
Estos tienen forma de gusano pequeño, se alimentan adentrándose en las raíces y una vez allí “devoran” el contenido celular. Para contrarrestarles existen en la actualidad numerosos insecticidas y productos químicos similares, que son los encargados de evitar que las plantas acaben muriendo o sufriendo graves daños por culpa de esos agentes patógenos.