Un alcaloide es un compuesto orgánico de tipo nitrogenado que producen ciertas plantas. Dichos compuestos generan efectos fisiológicos de distintas clases, que constituyen la base de drogas como la cocaína y la morfina.
Los alcaloides son metabolitos secundarios de vegetales que se sintetizan mediante aminoácidos. Un alcaloide, por lo tanto, es un compuesto químico que cuenta con nitrógeno que proviene del proceso metabólico de un aminoácido. Cuando su origen es otro, se habla de pseudoalcaloides.
Intoxicación con alcaloides
Al generar efectos en el sistema nervioso central, los alcaloides pueden intoxicar a los seres humanos. Por eso, dado que están presentes en vegetales, es posible que se produzcan intoxicaciones de manera casual, cuando una persona ingiere un alimento cuyas propiedades desconoce.
Es fundamental entender que la mayoría de los alcaloides tiene su origen en el reino vegetal; tanto es así, que aproximadamente el 10% de todas las especies de plantas tienen alcaloides. En algunos casos, estos compuestos aparecen en todas las partes de la planta, como ocurre con el tejo (de nombre científico es Taxus bacata), un árbol muy apreciado por las aves, del cual solamente es posible usar como alimento su arilo, la única parte no venenosa.
Su ubicación en la planta
En otras plantas, los alcaloides suelen estar únicamente en algunas de las siguientes partes, o bien abundar en ellas en proporción con las demás:
* las hojas: el té (Camellia sinensis) y el tabaco (Nicotiana tabacum) son tan sólo dos ejemplos de los muchos vegetales en los cuales los alcaloides se hallan en mayor proporción en las hojas que en el resto del cuerpo;
* las semillas: en este caso, algunas de las plantas que presentan alcaloides en las semillas son la cafeína (Coffea arabica) y la estricnina de la nuez vómica, una especie de árbol de gran tamaño que se conoció en Europa en el 1500 y comenzó usándose como veneno;
* las raíces: en el acónito (Aconitum napellus), en la atropina que suele aparecer en la belladona (Atropa Belladona) y en la pitolacina que se presenta en la hierba carmín (Phytolacca americana) podemos apreciar tres casos de plantas que tienen alcaloides en las raíces;
* los frutos: por último, los frutos de la mencionada belladona, las bayas, y de la cicuta (Conium maculatum) poseen una buena concentración de alcaloides.
Antes de centrarnos en los posibles efectos de los alcaloides en nuestro organismo, es necesario entender que las plantas los aplican a diferentes funciones, la cuales a grandes rasgos podemos dividir en tres grupos: defensivas (usan estos compuestos para protegerse de los ataques de los animales); hormonales (de forma similar a lo que ocurre en los animales con la adrenalina, por ejemplo); alelopáticas (para influir en otras plantas de forma positiva o negativa, según le convenga).
Los alcaloides y los seres humanos
Los alcaloides son psicoactivos: por lo tanto contribuyen a atenuar el dolor y al tratamiento de trastornos mentales. Más allá del uso medicinal, los alcaloides también se emplean con fines no terapéuticos, poniendo en riesgo la salud.
Un alcaloide puede provocar una dependencia en la persona, la cual incluso experimenta cambios físicos y psicológicos al no consumirlo (el llamado síndrome de abstinencia). En algunos casos, como ocurre con la cocaína, la adicción que genera es muy fuerte y los efectos para la salud resultan muy dañinos por el consumo. En otros productos, los efectos son menores, como sucede con la cafeína.
Es importante tener en cuenta que los alcaloides no son dañinos o beneficios por sí mismos, sino que depende del uso que se les dé. La morfina, por ejemplo, es muy importante para inhibir el dolor después de una cirugía o mientras un paciente padece de cáncer, pero también puede provocar fallas renales o pancreatitis cuando se abusa de ella.