La definición de alma varía de acuerdo al entramado cultural y la perspectiva filosófica de quien haga referencia al término, que se origina en el latín anima. Alma, ánima o espíritu suelen ser utilizados como sinónimos para nombrar a la entidad no material e invisible que poseen los seres vivos.
La etimología de alma señala el principio por el cual los hombres y los animales pueden moverse por sí mismos. Sin embargo, con el tiempo, el alma pasó a asociarse con la religiosidad y el misticismo.
Qué es el alma
El alma sería la esencia de las personas, aquello que forja su identidad. Se trata de un regalo de Dios que hace único a cada individuo. En el caso de los animales, hay quienes creen que tiene alma y otros que consideran que se trata de una propiedad exclusiva de los seres humanos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la palabra animal también proviene del latín anima. El Papa Juan Pablo II afirmó que los animales tienen alma y que los seres humanos deben ser solidarios con ellos.
El concepto en el cine
Precisamente la esencia del ser humano es la que se convierte en absoluta protagonista de una de las películas de los últimos años que ha conseguido llegar al corazón de los espectadores de todo el mundo. Nos estamos refiriendo a la producción norteamericana titulada “Siete almas”.
El archiconocido actor Will Smith es quien encabeza el reparto de aquella que nos acerca a la vida de un hombre que decide ayudar a siete personas, a siete desconocidos, que por determinadas circunstancias se encuentran atravesando un momento muy duro en sus vidas, ya sea por una enfermedad o por otras circunstancias.
Dentro del ámbito cinematográfico es importante resaltar que también muchos de sus films han girado sobre un tema a medio camino entre la religión y la leyenda: vender el alma al Diablo. Una acción con la que se considera que alguien, a cambio de poder o de privilegios (inmortalidad, riqueza, eterna juventud…), hace un pacto con dicho ser demoníaco ofreciéndole a cambio de aquellos su alma.
Así, por ejemplo, una de las películas que aborda esta cuestión es “Pactar con el Diablo”. En el año 1997 fue cuando se estrenó la misma, protagonizada por Keanu Reeves y Al Pacino, en la que se cuenta la historia de un joven abogado que es capaz de cualquier cosa, incluso de no cuidar a su mujer enferma, con tal de conseguir el poder, el éxito y el prestigio profesional que desea.
El alma en la religión
No obstante, el cine sólo ha sido reflejo de una creencia que incluso fue objeto de investigación por parte de la Santa Inquisición, que llegó a condenar a muchas de sus víctimas por considerar que habían realizado ese acuerdo con el Demonio.
El catolicismo señala que el alma es inmortal, a diferencia del cuerpo. Después de la muerte, el hombre llega a Dios gracias a su alma, que no tiene existencia pre-corporal ni origen material. Para esta religión, el alma constituye el principio vital de los seres humanos, que es uno en cuerpo y alma.
Para el budismo, en cambio, no existe nada permanente. Todo fluye y se encuentra en cambio constante, por lo tanto, no hay un alma eterna y propia de cada individuo.