Aluvión es un término que tiene su raíz etimológica en la lengua latina: alluvĭo, alluvionis. Las primeras acepciones mencionadas por la Real Academia Española (RAE) refieren a un torrente intenso de agua o a la corriente que arrastra diversos sedimentos.
Por ejemplo: “El pueblo norteño aún intenta recuperarse del aluvión que sufrió el mes pasado y que dejó como saldo más de un centenar de evacuados”, “Las fuertes lluvias hicieron que el río desbordase, generando un aluvión que causó todo tipo de destrozos”, “Tres personas están desaparecidas a causa de un aluvión en San Jacinto”.
Sobre el término aluvión
Como se menciona en el primer párrafo, el estudio de la etimología del término aluvión nos remite a su antepasado latino alluvio, alluvionis, el cual puede traducirse como una crecida de aguas, un espacio de tierra que se encuentra inundado o bien el desbordamiento de un cuerpo de agua.
Con respecto a su estructura, podemos decir que esta palabra comienza por el prefijo de origen latino ad-, el cual también puede presentarse en su forma a- y sirve para indicar «contigüidad o proximidad», además de permitir la intensificación de los conceptos; otros términos en los cuales se puede apreciar son atraer, adjunto, adrenal, aproximar y admirar.
Luego de este prefijo nos encontramos con la raíz perteneciente al verbo latino lavare, el cual se traduce como «bañar, lavar». En este punto es necesario señalar que la raíz sufre una apofonía, un fenómeno que puede alterar diferentes aspectos de los términos de origen latino cuando se les antepone un prefijo o bien una segunda raíz; si observamos las vocales de lavare y luvión no podemos ignorar esta alteración.
Usos del concepto
El concepto no sólo sirve para hacer referencia a la avalancha de agua que arrasa contra un terreno, sino que también dichos espacios de tierra que se ven arrastrados por las aguas de lluvias y ríos hasta que quedan en llanuras o valles, depositados tras haber sido llevados de forma brusca, causando diversos grados de destrucción en su camino. Asimismo, es posible usar el término aluviales para hacer referencia a estos terrenos.
Entre los materiales que suelen formar parte del aluvión se encuentran la arcilla, el limo, la grava y la arena, y estos se pueden acumular en deltas, cauces de corrientes fluviales, abanicos aluviales o llanuras de inundación. Estas partículas que arrastra el agua se deposita de forma permanente o transitoria, según el caso. Siempre que no se especifique lo contrario, la palabra aluvión describe materiales que no se encuentren consolidados. Dos sinónimos posibles para este fenómeno son avalancha y alud.
Aluvión como aglomeración o acumulación
La idea de aluvión también se utiliza para nombrar a la aglomeración o acumulación de individuos, objetos o elementos simbólicos. Supongamos que la policía, con el objetivo de atrapar al responsable de un crimen, realiza una serie de detenciones: todas las personas sospechosas son encerradas. Puede decirse, en este marco, que se produjo un aluvión de detenciones.
En un sentido similar, cuando miles de personas arriban de manera simultánea a un lugar se dice que se genera un aluvión. La crisis humanitaria que se produjo en Siria por la guerra civil que estalló en 2011 provocó un aluvión de refugiados en Europa, así como los graves problemas económicos que Argentina atravesó en 2001 causaron un aluvión migratorio por la gente que abandonó el país en busca de nuevas oportunidades laborales. Ambos casos trajeron consecuencias de diversos tipos, tanto para los locales como para los inmigrantes.
Una empresa que presta un servicio deficiente, por otro lado, puede recibir un aluvión de reclamos por parte de sus clientes, así como una estafa masiva que afecta a miles de personas puede derivar en un aluvión de denuncias judiciales.