En el término angiología es posible reconocer dos elementos compositivos: angio- (que alude a los vasos linfáticos o sanguíneos) y -plastía (vinculado a la ciencia o el estudio). Esta composición ya nos brinda información acerca del significado del concepto.
Se denomina angiología a la especialización de la medicina centrada en el sistema vascular. De este modo se dedica al examen de los vasos del sistema linfático y del sistema circulatorio, estudiando su anatomía y las enfermedades que pueden afectarlos.
Qué son los vasos
En el cuerpo humano, los vasos son los conductos por los cuales circulan la linfa (la parte del plasma sanguíneo que, tras atravesar las paredes de los capilares, se combina con diversas sustancias generadas por las células) o la sangre (el líquido rojo que permite la distribución de nutrientes y oxígeno por el organismo y que recolecta los residuos de las células). Según cada caso, se habla de vasos linfáticos o vasos sanguíneos.
Los vasos se integran en una especie de red a lo largo del cuerpo. Si estas estructuras se dañan o no funcionan como corresponde, pueden producirse problemas en órganos específicos o en el organismo en general.
La angiología es la especialidad médica y quirúrgica que atiende todas las cuestiones vinculadas con los vasos. Al experto en esta área se lo conoce como angiólogo.
Importancia de la angiología
Los vasos sanguíneos (capilares, arterias y venas) y los vasos linfáticos se combinan para transportar, en la sangre y en la linfa, tanto desechos del metabolismo como nutrientes, dióxido de carbono, oxígeno y otros elementos. La salud de una persona depende de numerosos factores: entre ellos, de estos vasos y de los sistemas asociados.
La angiología posibilita el diagnóstico y el tratamiento de la totalidad de las afecciones de los vasos. La trombosis venosa, la insuficiencia venosa, las varices, los linfedemas y las oclusiones venosas y arteriales son algunos de los problemas que puede atender.
Para cumplir con su misión puede desarrollar tareas de prevención a través de distintas técnicas de exploración. En caso de ser necesario, la angiología recurre a intervenciones como microcirugías, cirugías convencionales y terapias con radiofrecuencia o láser.
Diferencias con la flebología
Muchas veces se confunde a la angiología con la flebología. La angiología es una especialidad que puede diagnosticar y tratar de manera íntegra cualquier afección del sistema circulatorio. La flebología, en cambio, solo trata patologías venosas.
En el caso español, por ejemplo, el angiólogo es un médico que estudió seis años en una universidad, aprobó un examen MIR y tuvo una formación médico-quirúrgica en hospitales a lo largo de cinco años. Por lo tanto, para convertirse en un especialista titulado en angiología se necesitan once años de estudio. El flebólogo, en cambio, tiene una formación mucho más acotada y su ámbito de acción es reducido.
La revista “Angiología”
Desde 1949, la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular edita una publicación bimensual de carácter científico que se titula “Angiología”. La revista incluye artículos originales, textos de revisión, investigaciones e imágenes científicas, entre otros contenidos.
Todo aquello que se publica en “Angiología” se revisa previamente con el sistema conocido como “pares doble ciego”. Esto supone que dos especialistas evalúan el material sin conocer el nombre del autor (que, a su vez, tampoco sabe quiénes son los revisores).