Se denomina aromatizante a la sustancia que se incorpora a ciertos productos con el objetivo de conferirles un determinado olor. Lo que hace el aromatizante, por lo tanto, es aromatizar: proporcionar aroma (un olor que resulta agradable).
En la comida
Es habitual que se empleen aromatizantes en la comida. Al alterar las propiedades organolépticas de los alimentos, con los aromatizantes es posible hacer que se vuelvan más ácidos, salados o dulces, por ejemplo.
Cabe destacar que el sabor siempre está condicionado por el olor. De esta manera, los aromatizantes resultan muy importantes en las preparaciones gastronómicas. Incluso se utilizan para disimular olores que son desagradables, haciendo que el producto sea más apetitoso.
Se pueden clasificar los aromatizantes según su procedencia. Los aromatizantes naturales se consiguen de semillas, especias, frutos, etc., a través de procesos enzimáticos, físicos o de otra clase. Entre estos aromatizantes se encuentran los aceites esenciales.
Los aromatizantes idénticamente naturales o aromatizantes naturales idénticos, en tanto, se obtienen por procesos químicos o síntesis y son, a nivel químico, iguales que los aromatizantes naturales. Los aromatizantes artificiales, finalmente, se producen en laboratorios tras identificar la estructura química que presentan los aromas naturales.
Aromatizantes industriales
Para que una fábrica de productos alimenticios pueda incorporar aromatizantes debe cumplir ciertas normas y recibir la autorización correspondiente a la legislación de su país. Además, es obligatorio que la presencia de estas sustancias se vea reflejada de forma expresa y clara en las etiquetas de los paquetes, siempre incluyendo el término «aroma», y agregando «natural» si procede de animales o plantas, aunque esto último no es necesario.
Si bien el porcentaje de aromatizantes presente en los alimentos industriales es muy bajo (no suele superar el 0,1% de su peso total) se consideran esenciales para el mercado, porque la gente está acostumbrada a los efectos que causan en sus propiedades. El origen de las moléculas que provocan el aroma no es el mismo en todos los casos: puede surgir durante la maduración de una fruta, durante la cocción, etcétera.
La inversión económica para reproducir una sustancia química conocida es moderada, algo que se refleja en la obtención de los aromatizantes de anís y vainilla, por ejemplo. En otros casos, se toman las fuentes naturales y se aislan; de este modo se consigue el eugenol, a partir del aceite de clavo. Cabe mencionar que no siempre el hecho de que un aromatizante surja de la naturaleza lo vuelve más seguro. La esencia de sasafrás, un aromatizante usando durante mucho tiempo en bebidas refrescantes, contenía una gran proporción de safrol, una sustancia que produce cáncer.
Otros aromatizantes
También se denomina aromatizante a la sustancia que se utiliza para perfumar objetos o el ambiente. Existen los aromatizantes líquidos, los aromatizantes en aerosol y los aromatizantes en gel, entre otros, que reproducen el olor de las rosas, el limón o la vainilla, por mencionar algunas posibilidades.
Entre los aromatizantes más populares aparecen aquellos que se aplican sobre la ropa. Además son usuales los aromatizantes que se emplean en el interior de los automóviles. También están los aromatizantes de quemar, que son inciensos o aceites muy populares, pero peligrosas para la salud.
En la actualidad es muy común que la gente utilice los aromatizantes para el hogar, no sólo para disimular ciertos olores desagradables sino también adaptar el ambiente a sus propios gustos. Si bien la limpieza de la casa es una tarea que debemos llevar a cabo con asiduidad, las familias más numerosas que incluyen niños y mascotas generalmente no consiguen mantenerla como desearían, porque estos últimos dejan manchas y restos de comida a cada paso. En un caso así, los aromatizantes pueden ser una solución ideal.