Atrapamoscas es un término que se emplea en el ámbito de la botánica para aludir a distintas clases de plantas. Como puede advertirse, el concepto deriva de la combinación del verbo atrapar (agarrar, capturar) y el sustantivo mosca (un insecto).
Por lo general, la noción hace referencia a la especie conocida científicamente como Dionaea muscipula. La atrapamoscas es una planta carnívora: obtiene nutrientes de los insectos que caza mediante estructuras especializadas.
Características de la atrapamoscas
La atrapamoscas es nativa del continente americano y pertenece al grupo familiar de las droseráceas. Todas las especies de este tipo disponen de glándulas que segregan una sustancia viscosa, la cual les permite atrapar y dirigir pequeños animales, sobre todo insectos.
En el caso específico de la atrapamoscas, cuenta con una gran cantidad de glándulas muy pequeñas en el haz de las hojas, donde también dispone de pelos sensitivos. De este modo, si un insecto se posa sobre una hoja y toca los pelos, la hoja en cuestión se cierra sobre sí misma para inmovilizar al animal, mientras que las glándulas segregan un líquido que posibilita su digestión.
Es interesante señalar que la atrapamoscas es capaz de desarrollar lo que se conoce como movimiento vegetal rápido o movimiento rápido vegetal. Así se denomina al tropismo que se lleva a cabo en un periodo temporal muy breve. La trampa de la atrapamoscas, en este marco, se cierra en menos de un segundo.
Su hábitat
Gracias a su capacidad de adaptación, la atrapamoscas es cultivada en numerosas regiones. Sin embargo, es nativa del sureste de Estados Unidos. Crece naturalmente en humedales y pantanos con suelo de turba o arenisca.
La atrapamoscas puede vivir como planta de interior, aunque requiere que se reproduzcan las condiciones de su hábitat natural. A nivel general, puede decirse que tolera hasta unos 5 ºC en invierno y hasta 26 ºC en verano.
Otras especies conocidas como atrapamoscas
Como indicamos más arriba, la Dionaea muscipula no es la única planta que recibe el nombre común de atrapamoscas. También se llaman de este modo a varias especies del género Pinguicula, como la Pinguicula vallisneriifolia, la Pinguicula longifolia y la Pinguicula grandiflora.
A la Dracunculus vulgaris, en tanto, se la llama atrapamoscas, dragoneta, culebrilla o serpentaria, por ejemplo. Se trata de una planta perenne que puede alcanzar una altura de más de un metro y que es venenosa.
Numerosos pájaros
La idea de atrapamoscas no solo aparece el terreno de la botánica. En la zoología también encontramos esta palabra para hacer alusión a varios pájaros.
El atrapamoscas amarillo (Capsiempis flaveola), el atrapamoscas rayado (Myiodynastes maculatus), el atrapamoscas pechirrayado (Myiophobus fasciatus), el atrapamoscas colicastaño (Terenotriccus erythrurus), el atrapamoscas pechirojo (Pyrocephalus rubinus), el atrapamoscas cresta negra (Myiarchus tuberculifer), el atrapamoscas picón (Megarynchus pitangua), el atrapamoscas lampiño (Camptostoma obsoletum), el atrapamoscas picabuey (Machetornis rixosa) y el atrapamoscas ladrón (Legatus leucophaius) son aves que comparten la denominación.
Trampas atrapamoscas
En el lenguaje coloquial, un atrapamoscas es un dispositivo o artilugio diseñado para capturar moscas. Puede tratarse de un artefacto que se comercializa o de un elemento de fabricación casera.
Para hacer un atrapamoscas en el hogar, se suele colocar una mezcla dulce en un recipiente ya que el azúcar atrae a las moscas. Luego se procura que los insectos queden atrapados de algún modo en su interior.