El término bíceps refiere, en su acepción más general, a algo que tiene dos extremos o dos cabezas. El concepto suele usarse en el terreno de la anatomía para nombrar a un músculo par que, en su extremo superior, tiene dos inserciones o sectores.
El músculo bíceps braquial se encuentra en el brazo, cubriendo los músculos braquial anterior y coracobraquial. En su sector superior presenta una porción larga (que desciende por el húmero) y una porción corta (originada por un tendón que comparte con el músculo coracobraquial).
Hipertrofia de los bíceps braquiales
El bíceps braquial, vascularizado por las arterias bicipitales, es inervado por una rama del nervio musculocutáneo. Este músculo posibilita que el brazo se mueva, permitiendo -junto a otros músculos- la flexión del codo. Dicho de otro modo, el bíceps braquial se extiende desde el sector superior del radio hasta el omóplato. Cuando se contrae, permite que el antebrazo se doble sobre el brazo.
Es habitual que las personas realicen ejercicios físicos específicos para el desarrollo de los bíceps debido a su capacidad de hipertrofia. La repetición de ciertos movimientos y el levantamiento de peso hacen que el bíceps incremente su tamaño.
Músculos del muslo
El músculo bíceps femoral, por otra parte, se encuentra en el muslo. También conocido como bíceps crural, está localizado en la región posteroexterna de esta parte de la pierna y tiene una porción corta (femoral) y una porción larga (isquiática).
Cuando el bíceps femoral se contrae, hace que la pierna se doble sobre el muslo. En conjunto con los músculos semitendinoso y semimembranoso componen el grupo conocido como músculos de la corva.
Cómo ejercitar los bíceps
Las personas que trabajan sus cuerpos para tonificarlos y conseguir el mejor estado posible usan este término a diario, ya que el trabajo de los bíceps es uno de los objetivos más importantes de sus ejercicios. Si bien existe un gran número de rutinas diferentes que se ajustan a todas las necesidades y permiten alcanzar diferentes metas, uno de los puntos en común es el uso de mancuernas.
A través del uso de mancuernas, que algunos denominan simplemente pesas, es posible trabajar los bíceps inferiores, los externos y los internos. Uno de los ejercicios más comunes consiste en flexionar los bíceps de forma alterna, y los pasos básicos son los siguientes:
* sostener una pesa en cada mano, con las palmas en dirección hacia el frente;
* elevar una de las mancuernas flexionando el codo, hacer una pausa breve y luego llevar el brazo nuevamente a su posición de reposo, de manera que la mancuerna descienda;
* repetir hasta alcanzar el número que nos hayamos propuesto y luego hacer lo mismo con el otro brazo.
Existe otro ejercicio, que propone flexiones alternadas de bíceps; si bien es muy similar al anterior, es importante conocer sus pasos en detalle:
* la postura inicial es casi igual, aunque las palmas de las manos deben apuntar hacia la una hacia la otra;
* elevamos una mancuerna hasta la altura de los hombros, hacemos una breve pausa y luego la bajamos, al mismo tiempo que comenzamos a elevar la otra;
* debemos evitar cualquier movimiento del tronco que pueda «ayudar» a los brazos a aligerar la carga.
El siguiente ejercicio es una natural evolución de este último, y se denomina flexiones de bíceps interior. La postura inicial es idéntica a la del anterior, por lo cual la primera diferencia se aprecia en el movimiento de elevación, ya que en este caso debemos flexionar ambos brazos de forma simultánea, hacer que alcancen la altura de los hombros, dejarlos reposar brevemente y extenderlos para volver al reposo, antes de repetir varias veces. En todos los casos es importante no levantar una carga excesiva ni continuar trabajando los músculos cuando nos sintamos exhaustos.