Una boa es una serpiente nativa del continente americano. El término alude a una familia de reptiles constrictores: aprietan y comprimen a sus presas hasta matarlas.
Serpiente no venenosa
Las boas no son venenosas y se caracterizan por los dibujos que presentan en la piel. Hay ejemplares que alcanzan una longitud de unos diez metros, destacándose por su gran tamaño.
Más allá de las diferencias entre las especies de boa, todas comparten el hecho de ser vivíparas. Esto quiere decir que paren a sus descendientes cuando los fetos alcanzan un estado avanzado de desarrollo.
Los boas pueden presentar distintas costumbres. Hay boas acuáticas, boas terrícolas y boas arborícolas, por ejemplo.
Boa constrictora
En el caso de la especie conocida como boa constrictora (de nombre científico Boa constrictor), una serpiente que pertenece a la familia de los boídos y a la subfamilia de los boinos. Cabe señalar que en la actualidad no hay otra especie del género Boa. En algunas partes del mundo se la conoce por otros nombres: en Venezuela, tragavenado; en Colombia, guio; en Perú, mantona; en México, mazacuata, limacoa e ilama; en Ecuador, matacaballo; en América del sur, lampalagua y jiboia.
Dado que se la puede encontrar en muchas partes del mundo, la boa constrictora ha desarrollado ciertos rasgos físicos característicos en cada una de ellas. Por esta razón, es normal que se distingan ocho subespecies, cuyos nombres científicos son amarali, constrictor, imperator, longicauda, melanogaster, nebulosa, occidentalis y orophias. A la vez, dentro de la subespecie imperator podemos reconocer las siguientes: eques, isthmica, mexicana, ortonii, sabogae y sigma. La constrictor es la de mayor tamaño, con una longitud que puede superar los cuatro metros.
La boa constrictora es solitaria y tiene hábitos nocturnos: suele permanecer en huecos de troncos u oculta en las ramas de los árboles durante el día y luego, cuando el sol se esconde, sale de cacería. Puede alimentarse de aves, roedores, murciélagos y lagartos, entre otros animales, a los cuales tiende emboscadas esperándolos en las copas de los árboles. Claro que también nada con destreza y puede moverse perfectamente por el suelo.
Su visión no es comparable con la de un mamífero, sino que es bastante menos efectiva porque la boa constrictora usa la termosensibilidad de sus escamas para la detección de los demás animales. Algunas de las especies de las que se alimenta son las zarigüeyas, las ardillas, las ratas, los murciélagos y varios tipos de pájaros. Los murciélagos se encuentran entre sus favoritos, y es capaz de atraparlos cuando pasan volando cerca de ella.
Conservación
A causa de la explotación de la boa constrictora y las alteraciones que nuestra especie produce en el suelo, se encuentra en estado de riesgo. El comercio de estos animales se alimenta de la popularidad que tienen como mascotas exóticas. Y esto conlleva otro problema en las ciudades donde no es legal tener animales tan grandes o que puedan suponer un peligro para la población. En cualquier caso, es un ejemplo más de una especie contra la que atentamos por nuestro egoísmo y falta de compasión.
Prenda de vestir
También se llama boa, por otra parte, a una prenda femenina que tiene apariencia de serpiente. Suele confeccionarse con pluma o piel para adornar o abrigar el cuello.
Las boas, por lo tanto, se colocan alrededor de cuello. Pueden ser monocromáticas o exhibir varios colores.
A lo largo de la historia, las costumbres asociadas al uso de boas fueron cambiando. En los siglos XIX y XX resultó un accesorio de gran popularidad, lucido por mujeres de diferentes clases sociales. En la actualidad, en cambio, la utilización de boas suele acotarse a artistas e incluso se la vincula al erotismo.