Canalización es el acto y el resultado de canalizar. Este verbo (canalizar), en tanto, alude a la apertura de un canal.
El concepto de canal tiene varios usos. Puede tratarse de un conducto corporal, de una vía por donde circula un fluido o del cauce creado artificialmente para conducir o aprovechar el agua, por ejemplo.
El concepto en la genética y en la electricidad
El biólogo escocés Conrad Hal Waddington, por otro lado, fue el responsable de acuñar la noción de canalización en el ámbito de la genética. Se llama canalización a la capacidad que tiene un genotipo de generar el mismo fenotipo más allá de los cambios del entorno.
Si nos centramos en la electricidad, la canalización refiere al establecimiento de una tubería o una estructura similar para proteger los cables. Esta canalización implica crear un conducto en el cual se coloca el cableado eléctrico.
Dado el riesgo que supone entrar en contacto con la electricidad para los seres vivos, la canalización es un procedimiento fundamental para la seguridad de cualquier edificio o construcción en la vía pública. El material del canal debe ser aislante, para que desde el exterior sea imposible recibir descargas al tocarlo; también debe ser impermeable y resistente al calor y el desgaste físico.
Por otra parte, la canalización de cables eléctricos también puede tener un objetivo estético: en un hogar o una oficina, por ejemplo, los cables que (por diferentes motivos) no pueden pasarse por el interior de la estructura edilicia suelen canalizarse por medio de diferentes productos que se aferran a las paredes con clavos o pegamento y que coinciden en color con éstas para disimular su presencia tanto como sea posible.
Canalización espiritual
La canalización espiritual, por último, es una supuesta habilidad sobrenatural que permitiría a un sujeto entablar una comunicación con entidades espirituales o con seres que no se hallan en el mundo físico.
La tarea del individuo o canalizador, según está creencia, consiste en canalizar la información procedente de una dimensión diferente. No olvidemos el significado que posee el concepto de canal en el ámbito de la comunicación: «conducto físico que permite la circulación del mensaje»; por ejemplo: el aire.
Ahora bien, en el caso de la comunicación con los espíritus, la persona que conecta a los vivos con los muertos se convierte en el canal mismo, para que ambas partes puedan recibir los mensajes de la otra. En particular, se cree que somos los vivos quienes necesitamos de su ayuda, ya que nuestras palabras llegan al más allá sin necesidad de una sesión de espiritismo.
Como ocurre con otras disciplinas ajenas a la ciencia, la canalización espiritual carece de respeto o prestigio, ya que la mayoría de las personas no creen que sea posible comunicarse con los muertos. El gran problema es que existan tantos timadores, ya que, si realmente hay alguna persona con esta capacidad especial, consiguen que se confunda en un mar de estafas y manchan su reputación ante el público general.
La canalización de un individuo
Frente a estos significados de canal, la idea de canalización también cuenta con múltiples acepciones. Así se denomina a la acción que se lleva a cabo para introducir un líquido en el torrente sanguíneo.
Al canalizar a una persona, se establece una vía hacia su aparato circulatorio. De este modo se pueden suministrar medicamentos, suero o nutrientes al paciente.
La canalización, en este sentido, es una técnica invasiva que permite la administración de sustancias mediante un catéter o una aguja que se introduce en una vena. Dependiendo del caso, la administración puede ser continua o intermitente.