Capital es aquello perteneciente o relativo a la cabeza. La palabra proviene del latín capitalis, que a su vez deriva del término caput (“cabeza”).
En el cristianismo, los pecados capitales son aquellos que son el principio (la cabeza) de otros, como la lujuria, la gula, la pereza, la avaricia, la ira, la envidia y la soberbia.
La pena capital
Por otra parte, se conoce como pena capital o pena de muerte a la ejecución de un condenado por parte de las autoridades estatales.
Esta pena se aplica como castigo por un delito considerado muy grave, como un crimen con agravantes.
La ciudad principal
A nivel poblacional, la capital es la ciudad principal de un Estado, una provincia o un distrito. Por ejemplo, la capital de Argentina es Buenos Aires; la capital de España es Madrid; la capital de Uruguay es Montevideo.
Es habitual que la capital sea la ciudad más poblada del territorio en cuestión. Sin embargo, esto no siempre se cumple: Brasilia es la capital de Brasil, cuya localidad con mayor número de habitantes en San Pablo.
Aunque las características dependen de cada país, es habitual que una capital nacional disponga de un gran desarrollo urbano y una infraestructura muy extendida. Muchas veces estás metrópolis están atravesadas por autopistas, tienen líneas de autobús (colectivo) y metro (subterráneo) y ofrecen un fácil acceso a algún aeropuerto que las conecta con el resto del mundo.
Las capitales suelen brindar numerosos servicios municipales a la población, favoreciendo la calidad de vida de sus ciudadanos, quienes pueden resolver necesidades de educación, salud y otra índole sin necesidad de desplazarse.
También es frecuente que los principales organismos e instituciones de gobierno estén ubicados en la capital, como el Congreso o Parlamento, la Legislatura y cualquier otro tipo de edificio gubernamental, además de la Alcaldía o Municipalidad.
Capital en la economía
En el campo de la economía, el capital es uno de los factores productivos (junto al trabajo y la tierra).
En general, el término se utiliza para designar una cantidad de dinero que puede prestarse o invertirse: “Dispongo de un capital de 10.000 dólares para invertir”, “En estos momentos, el capital de la empresa se limita a 50.000 pesos y nada más”.
La mirada de Karl Marx
“El Capital” (“Das Kapital”, en su idioma original) es un libro de Karl Marx dedicado a la crítica de la economía política. Marx sólo publicó en vida el primer tomo del libro, mientras que los otros dos fueron editados por su colaborador y amigo Friedrich Engels.
Marx nació en Alemania el 5 de mayo de 1818 y falleció en el Reino Unido el 14 de marzo de 1883. Se lo recuerda por haber sido un imprescindible pensador que marcó un antes y un después en la forma en la que la humanidad comprende los procesos de producción y las jerarquías sociales. Marx trabajó junto a Engels y ambos sentaron las bases del comunismo: dichas ideas fueron plasmadas en «El Capital» y «El Manifiesto Comunista».
Según lo expresa el pensador alemán en este libro, el concepto de capital hace referencia al valor que se valoriza y explica que el dinero en un proceso productivo es «algo» que permite que su poseedor (el dueño de los medios de producción) pueda obtener una mayor cantidad de él en futuras producciones.
Ese dinero puede servir para comprar materias primas y maquinarias más aptas para realizar una mayor producción en un tiempo menor y, a la, vez comprar mano de obra (o en términos marxistas, fuerza de trabajo; es decir, contratar obreros).
De este modo, con el paso del tiempo y llegando a la instancia en la cual la maquinaria adquirida esté tan desgastada que sea necesario reemplazarla, los contratos se hayan terminado y sea necesario comprar más materia prima, se realizará el balance entre lo invertido y podrán notarse ciertas ganancias obtenidas por la producción. De ahí que se entienda que es un valor que se revaloriza, porque genera más ganancia y por ende es como si en sí mismo valiera más.
El capital y las clases sociales
Marx afirmaba que ese capital era el responsable de que en una sociedad existieran diversas clases sociales, donde un grupo se apoderaba del trabajo de los otros (por contar con una mayor cantidad de dinero y poder contratarlos) para explotar los medios de producción. Sin embargo, si existiera una revolución donde el proceso de producción no tuviera dueño, podría vivirse en una sociedad utópica y equilibrada.
En conclusión, para Marx el capital debía ser algo que fuera propiedad de todos, porque de este modo podrían eliminarse las clases sociales y los favoritismos de los ricos sobre los pobres. Esta idea es aprobada por muchas personas; sin embargo, no se ha podido llevar a la práctica porque vivimos en un mundo complejo y todos los que intentan portar la bandera del marxismo terminan cayendo en las garras de la ambición y el abuso de poder.