El verbo cobrar tiene múltiples usos. El diccionario de la Real Academia Española (RAE), de hecho, reconoce más de una decena de acepciones del término.
Las utilizaciones más habituales están vinculadas al dinero: la moneda corriente. La noción puede referirse al dinero en efectivo, a un cheque, a una transferencia bancaria o a otro tipo de medio de pago.
Dinero de una deuda
La acción de cobrar puede aludir a obtener el dinero correspondiente al pago de una deuda. Cabe destacar que una deuda es una obligación de pago o de reintegro: el deudor es quien está obligado a pagar, mientras que el acreedor es aquel que tiene derecho a cobrar.
Supongamos que un hombre llamado Lautaro le presta 1.000 pesos a su vecino Víctor, quien se compromete a devolverle el dinero a los diez días. Cumplido el plazo, Víctor se acerca a la casa de Lautaro con ese monto; Lautaro, por lo tanto, puede cobrar la deuda.
Cobrar un trabajo
Cuando un individuo desarrolla una actividad laboral, la realización de dicha tarea suele tener como contraprestación el pago de dinero por parte del empleador. Puede decirse, pues, que alguien entrega su fuerza de trabajo a cambio de un salario, honorarios, etc.
Un diseñador gráfico puede acordar con una empresa la creación de un logotipo por 500 dólares. De acuerdo a las condiciones pactadas, el diseñador debe entregar el logo en un plazo de treinta días y la compañía, una vez recibido el diseño, tiene que hacer el pago correspondiente en no más de una semana. Así, luego de enviar el logotipo por correo electrónico, el diseñador se contacta con el área administrativa para definir cómo podrá cobrar. Finalmente desde la empresa le transfieren los 500 dólares a su cuenta bancaria.
Una herencia, una pensión, la jubilación, los intereses de una inversión y la venta de un bien también se pueden cobrar. Por ejemplo: «Mi abogado me informó que voy a cobrar la herencia dentro de dos meses», «Necesito cobrar la pensión para poder reparar el calefón que se rompió», «Un anciano fue al banco a cobrar su jubilación y le robaron al salir de la entidad», «Según mis cálculos, este mes vamos a cobrar 300 dólares por los intereses del plazo fijo».
Otros usos del concepto
Hay acepciones de cobrar que no están relacionadas con el dinero. Cobrar puede asociarse a adquirir un afecto, una reputación, una actitud u otra cosa: «Tengo que cobrar valor y decirle a Victoria lo que siento», «Creo que le voy a cobrar cariño al nuevo becario, parece un muchacho agradable».
En otros contextos, cobrar refiere a recibir golpes: «Si sigues molestando, vas a cobrar…», «Cuando era niño estaba a acostumbrado a cobrar, mi padre era un hombre bastante violento».
En el terreno deportivo, en tanto, cobrar es lo que hace el juez al sancionar una violación del reglamento: «No entiendo cómo el árbitro pudo cobrar ese penal», «Luego de cobrar la infracción, el juez empezó a ser insultado por la multitud».
Cobrar, por último, suele usarse para nombrar al hecho de causar víctimas: «Los meteorólogos creen que el huracán se podría cobrar miles de vidas en su paso por el Caribe», «Nunca pensé que la inundación se iba a cobrar tantas víctimas».