El uso más habitual del término colador refiere a un utensilio que se utiliza para colar: hacer pasar algo a través de un filtro para separar los sólidos de un líquido. El colador, también llamado coladero, es dicho filtro.
Descripción general
Es habitual que se utilice el colador en el ámbito de la cocina para escurrir una preparación, logrando que pierda el líquido de cocción. Por lo general el colador tiene una forma algo esférica u ovalada para que pueda filtrar una buena cantidad de alimentos.
Los coladores presentan agujeros muy pequeños en su superficie; de esta forma, al volcar sobre ellos una mezcla de sólidos y líquido, los sólidos son retenidos y el líquido cae. En ocasiones estos implementos presentan ganchos para ajustarlos al borde de una olla o un recipiente.
Supongamos que una persona decide preparar fideos. Para eso, debe poner a hervir agua en una olla y luego echar la pasta. Una vez que pasaron los minutos correspondientes y los fideos ya están cocidos, puede arrojar el contenido de la olla al colador. Así, los fideos quedan sobre la superficie del colador y el agua fluye entre los orificios.
La misma acción puede realizarse al cocinar arroz. Debido al tamaño de los granos de este cereal, los agujeros del colador a utilizar tienen que ser casi diminutos, de lo contrario el arroz se perdería junto con el agua.
Colador chino
Lejos de la forma que describimos más arriba, que asemeja una gran y profunda cuchara con huecos, existe el llamado colador chino, que se ve como un cono ahuecado. Cabe mencionar goza de mucha popularidad, tanto en el ámbito gastronómico como en el hogar. Su característica forma es ideal para la elaboración de cremas, caldos, salsas y purés muy suaves y finos, libres de grumos o trozos gruesos de ingredientes.
Se suele fabricar en metal, con un gran número de huecos muy pequeños y un mango alargado para sostenerlo con una sola mano mientras con la otra se vierte la mezcla a colar. El material más común es el acero inoxidable, aunque existen alternativas. Con respecto a sus accesorios, el más común es una suerte de mortero hecho en madera que sirve para empujar los ingredientes con el propósito de colar hasta la última gota de líquido. El mismo tiene forma cónica y puede llegar perfectamente hasta la punta del colador mismo.
Además de esta herramienta, también se comercializan soportes para el colador, algunos de ellos con tres pies, ideales para dejar la mezcla durante un rato para que se termine de escurrir sin realizar ninguna presión. Por último, cabe señalar que existen varios tamaños de coladores chinos en el mercado, cada uno apto para diferentes preparaciones o volúmenes de comida, desde la cocina industrial hasta la doméstica.
Otra acepción
La Real Academia Española (RAE) reconoce otra acepción de colador: así se denomina al religioso que otorga beneficios eclesiásticos. Este uso del concepto está vinculado al significado de colar como conceder canónicamente un beneficio de esta clase.
Colador de té
Otra receta que suele requerir el uso de un colador es el té. Si bien mucha gente recurre a la versión industrial de esta infusión, que se prepara echando agua caliente en una taza y poniendo una bolsita (o saquito) que incluye la mezcla de hierbas deseada, la forma tradicional exige hacer pasar el agua a través de las hierbas disecadas colocadas sobre el colador.
Una de las diferencias principales con los anteriores es el tamaño: el colador de té se coloca sobre o dentro de la taza, de manera que es mucho más pequeño que el usado para pasta o arroz. Por otra parte, hay algunos diseños que permiten el reuso de las mismas hojas para más de una taza, algo muy útil para quienes viven acompañados.