La comunicación intercultural es el acto de intercambio de información que involucra a, al menos, dos individuos de distinta nacionalidad, cultura, lenguaje o religión, entre otras variables.
Este fenómeno comunicativo exige paciencia, conocimientos de normas de cortesía, buena disposición hacia el prójimo y capacidad de adaptación para, en un contexto de diferencias, poder generar un acercamiento o vínculo que permita que el mensaje se emita y se reciba correctamente.
Como las costumbres, las normas sociales y los idiomas o dialectos varían de un lugar a otro es indispensable tener en cuenta ciertos criterios al momento de entablar una conversación y demostrar sensibilidad cultural a fin de agotar todos los recursos para hacerse entender por los demás y lograr una adecuada interpretación de gestos y/o palabras.
Desafíos de la comunicación intercultural
La comunicación intercultural ha ido evolucionando con el correr de los años y se beneficia en gran parte gracias a los avances tecnológicos pero todavía enfrenta numerosos desafíos.
Se requieren más esfuerzos, por ejemplo, para superar las barreras culturales, hacerle frente a hechos de discriminación (con tareas de prevención en primer término y con el correspondiente castigo una vez producidos) y evitar el etnocentrismo. Hay que seguir trabajando a escala internacional, asimismo, para favorecer la convivencia armoniosa entre pueblos y, esencialmente, combatir la ignorancia que genera prejuicios, limitaciones, rechazos y estereotipos culturales.
De la mano de la globalización se ha dado paso a más de una sociedad multicultural, por eso es imprescindible sembrar en cada comunidad valores relacionados a la tolerancia, la empatía, la solidaridad, el respeto y la cooperación. Es necesario y valioso construir puentes a partir de la comprensión, la escucha activa, la colaboración, la confianza y la diversidad.
Es sencillo, hoy en día, incorporar conocimientos de idiomas, familiarizarse con costumbres extranjeras y entrar en contacto con personas de múltiples nacionalidades gracias a las posibilidades de aprendizaje y comunicación que surgen con el acceso a Internet y el uso masivo de las redes sociales. También los viajes por el mundo invitan a descubrir y apreciar numerosas culturas y estilos de vida, así como el empleo y/o el estudio en el extranjero potencian los lazos interculturales. Resulta clave, frente a este panorama, adoptar una actitud flexible y comprensiva, demostrar voluntad para socializar y desarrollar la inteligencia cultural.
Alcances, contextos y aplicaciones
Resulta interesante centrar la atención en los alcances y las aplicaciones que tiene la comunicación intercultural sin perder de vista los numerosos contextos en los cuales puede (y debe) concretarse.
Los expertos en antropología y quienes se especializan en el campo de la psicología, al igual que aquellos dedicados a la sociología y a la lingüística, ponen el foco de atención de muchos de sus estudios en las características de la comunicación intercultural. Esta clase de saber es fundamental para desenvolverse bien en los campos de las relaciones internacionales, la política, la diplomacia y el turismo.
Conseguir una comunicación intercultural óptima es ideal, asimismo, en el marco de la enseñanza de idiomas y en las tareas de traducción e interpretación porque no alcanza con instruirse sobre los aspectos gramaticales, los significados y las pronunciaciones de palabras de una determinada lengua: para un aprendizaje integral se requieren nociones de cultura, historia, de hábitos y tradiciones y de comunicación no verbal.
Requisitos para una óptima comunicación intercultural
Del análisis de la práctica brotan los requisitos o las condiciones que hay que intentar cumplir a fin de poder establecer una óptima comunicación intercultural.
En primer lugar se precisan voluntad, ganas y energía para aprender, adaptarse y vincularse con los demás a pesar de las diferencias. Otro elemento importante es la claridad al emplear la comunicación verbal, así como es enriquecedora la interacción para poder forjar un lazo e ir intercambiando experiencias en base a la confianza, la cordialidad, el afecto y el respeto recíprocos.
Es básico valerse de herramientas para, desde la teoría, aprender a utilizar y aplicar correctamente un segundo idioma, pudiendo fortalecer los conocimientos desde la ejercitación. Se requiere, en este marco, una apropiada competencia comunicativa y afán de superación para ir evolucionando en el dominio de más de una lengua.
Tecnología y medios a favor de la comunicación
La innovación tecnológica, la amplia disponibilidad de dispositivos con acceso a Internet y la proliferación de medios de comunicación, soportes informativos y plataformas de contenidos estimulan la formación intercultural y, aunque sólo sea virtualmente, acercan a individuos que viven en geografías alejadas y no tienen, en ocasiones, una religión, una cultura, una nacionalidad o un idioma en común.
Apreciar el arte típico de una comunidad, ya sea visitando un museo, navegando por sitios web especializados, recorriendo una exposición, asistiendo a festivales culturales o escuchando música tradicional de una cierta región o nación, es otra vía para conectarse, de manera presencial o a distancia, con la identidad cultural de un pueblo. Viajar, leer, estudiar y, especialmente, dialogar son acciones básicas e imprescindibles para tener excelentes resultados en materia de comunicación intercultural.