Desarrollo sostenible es un concepto que alude a la capacidad de satisfacer las necesidades humanas sin atentar contra el medio ambiente. Lo que busca este paradigma es garantizar la subsistencia y el progreso del ser humano realizando una utilización responsable de los recursos naturales, de manera tal que no se comprometa el futuro de la especie.
El desarrollo sostenible, de este modo, apunta a lograr una reducción de la pobreza asegurando la conservación de la biodiversidad y la preservación del agua, por ejemplo. También pretende evitar o minimizar la contaminación del aire y la deforestación, entre otras cuestiones.
Dimensiones del desarrollo sostenible
En el desarrollo sostenible pueden reconocerse tres dimensiones: la ecológica, la económica y la social. Estas tres facetas se conjugan y complementan, sin que ninguna pueda ser dejada de lado.
La mirada medioambiental supone que las actividades del hombre no deben poner en riesgo a la fauna ni a la flora. Trabajo decente y crecimiento económico, asimismo, son dos puntos imprescindibles en los esfuerzos para lograr una reducción de las desigualdades. Los derechos humanos, de igual forma, deben garantizarse mientras se persigue la justicia social.
El cuidado del medio ambiente
El cuidado del medio ambiente es uno de los aspectos centrales del desarrollo sostenible. En este marco, se pretende que las actividades productivas se lleven a cabo con conciencia ambiental y basándose en tecnologías limpias.
Ante el cambio climático y el calentamiento global, reducir la huella de carbono es fundamental. La búsqueda de la eficiencia energética y el uso de energías renovables (como la energía eólica o la energía solar) son muy importantes para que el desarrollo sea sostenible.
En este contexto, debe promoverse la movilidad sostenible. Fomentar la utilización de bicicletas y vehículos eléctricos es una de las medidas necesarias, al igual que mejorar los sistemas de transporte público para desalentar el uso del automóvil particular.
La protección del medio ambiente igualmente requiere trabajar para la conservación de los bosques. Además de reducir la tala, se tienen que ejecutar acciones de reforestación.
El desarrollo sostenible tampoco es posible sin una adecuada gestión de residuos. El ideal es avanzar hacia la idea de cero residuos (zero waste), estimulando el reciclaje.
El desarrollo sostenible y la economía
Hay que considerar que el desarrollo sostenible siempre está asociado al desarrollo económico. No se trata de cancelar las actividades de la economía, sino de adaptarlas a las necesidades ecológicas y sociales.
Existen varios conceptos económicos vinculados al desarrollo sostenible. Se habla de economía circular para aludir a un modelo de producción y consumo responsables que contempla compartir, reutilizar, restaurar y reciclar los bienes todo lo que sea posible.
La economía verde, en tanto, es aquella que reduce las carencias ecológicas y los riesgos ambientales. En un sentido similar, la economía azul reconoce la importancia económica del océano sin descuidar su trascendencia para la vida.
La responsabilidad social corporativa (que exige a las empresas respeto por la ecología y por las comunidades en las cuales están inmersas) y el comercio justo (que consiste en una relación equilibrada entre los productores y los consumidores) también forman parte de un desarrollo sostenible.
La mirada social
El desarrollo sostenible incluye una mirada social; es decir, una orientación a las problemáticas relacionadas con la organización y el funcionamiento de la sociedad. Se entiende que el desarrollo sostenible debe fomentar la participación ciudadana y asegurar la educación para todos, por ejemplo.
La seguridad alimentaria es otra de las misiones del desarrollo sostenible. Este concepto hace mención al acceso en todo momento a alimentos nutritivos, seguros y suficientes que permitan satisfacer los requerimientos de nutrición respetando las predilecciones culturales.
La equidad de género también está bajo la órbita del desarrollo sostenible. Ninguna sociedad puede desarrollarse si las mujeres tienen menos posibilidades de progreso que los hombres, como suele ocurrir en la mayoría de los países.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) fueron adoptados por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) a modo de lineamiento para que, en 2030, la totalidad de los seres humanos gocen de prosperidad y paz.
Se trata de 17 puntos integrados entre sí que necesitan de recursos financieros y tecnológicos, conocimientos y creatividad para poder llevarse a cabo. La premisa es lograr un desarrollo que sea sostenible a nivel ambiental, económico y social, priorizando a las clases menos favorecidas.
Fin de la pobreza; Hambre cero; Salud y bienestar; Igualdad de género; Paz, justicia e instituciones sólidas; y Ciudades y comunidades sostenibles son algunos de los ODS que integran una agenda de trabajo conjunto entre los países.
Más allá del esfuerzo de la ONU y de las acciones promovidas a nivel internacional, es evidente que muchos de los ODS no podrán cumplirse en menos de una década si se mantienen las condiciones vigentes. El desarrollo sostenible se vuelva una utopía cuando las guerras, tanto internas como internacionales, son una triste realidad en el mundo de hoy.