Empleo es la acción y el efecto de generar trabajo y ofrecer puestos laborales. El verbo emplear hace referencia al hecho de mantener ocupado a un individuo (ya sea, solicitándole un servicio o contratándolo para una determinada función remunerada), invertir dinero en una compra o, simplemente, utilizar algo.
Por otra parte, el vocablo se usa para mencionar una ocupación u oficio. En ese sentido, se lo suele aprovechar como sinónimo de trabajo.
Formas de empleo
Durante miles de años, la forma que vinculó a personas a través del trabajo fue la esclavitud. Se trataba de una situación injusta asociada a la propiedad, donde el trabajador era un esclavo que se había convertido en propiedad de alguien: su amo. El propietario podía utilizar al esclavo o venderlo de acuerdo a su voluntad y, por supuesto, apropiarse del fruto de su trabajo.
Al comenzar el siglo XIX, la esclavitud perdió fuerza en un marco signado por el avance del sindicalismo y de la democracia.
En la actualidad, la forma de empleo más extendida a nivel mundial es el trabajo asalariado (en relación de dependencia). El empleado o trabajador establece un contrato con su empleador, en el que se fija el valor por el cual se venderá la fuerza de trabajo y las condiciones en que será prestado el empleo. El precio del trabajo se conoce como salario o remuneración, y puede ser pagado en forma diaria (jornal), quincenal (quincena) o mensual (sueldo).
La búsqueda de trabajo
En este sentido tenemos que decir que, ante una crisis económica, muchos ciudadanos suelen perder el empleo. De ahí que se vean en la necesidad de llevar a cabo el uso de diversas herramientas de búsqueda de empleo.
Entre las mismas podríamos citar la carta de presentación, el habitual currículum vitae o acudir a agencias de reclutamiento. Sin embargo, el auge de Internet ha posibilitado el que también se haga uso de dicha Red para encontrar un trabajo y salir del desempleo. En este caso concreto, la manera de lograr dicho objetivo es utilizando desde un portal de empleo hasta las páginas web de las empresas, pasando por las redes sociales.
Unos espacios estos últimos en los que el candidato en cuestión da a conocer sus datos, su experiencia profesional y sus titulaciones académicas para de esta manera «venderse» como un auténtico experto en una materia concreta. Y es que las redes sociales no ejercen sólo como perfecto escaparate de promoción sino que también brindan la posibilidad a la persona en cuestión de poder ponerse en contacto directamente con empresas y personas que puedan facilitarle un empleo.
Así, entre las redes sociales más específicas profesionalmente hablando, nos encontramos con Linkedin, Xing y Viadeo. En cualquiera de ellas, y siempre que se mantenga actualizado el perfil, se podrá conseguir un trabajo con el que conseguir la estabilidad económica necesaria.
El empleo por cuenta propia o informal
Otras formas de empleo existentes en la actualidad son el trabajo por cuenta propia (cuentapropista o autónomo) y el trabajo informal en relación de dependencia (también conocido como trabajo no registrado o en negro).
Por lo general se considera que los trabajadores cuentapropistas (freelance) y quien se encuentran inmersos en la economía informal disponen de menos derechos laborales que aquellos que disponen de un empleo asalariado y en blanco. Por ejemplo, no disponen de vacaciones laborales pagas, seguro de desempleo ni permiso de maternidad/paternidad.
La importancia de la formación profesional
Para recibir una oferta de empleo y conseguir un buen contrato de trabajo, la formación profesional es muy importante. La capacitación puede ayudar a obtener ascensos y otros beneficios laborales.
Más allá de contar con un diploma o título, es importante actualizarse y seguir estudiando. La formación continua, además de sumar competencias laborales, también contribuye a la seguridad laboral.
Un empleado bien preparado suele ser útil en cualquier empresa. Por eso las compañías, a nivel general, prefieren no prescindir de estos talentos e incluso favorecen su desarrollo profesional. Si el trabajador se siente cómodo y valorado, cumple sus funciones con mayor motivación y compromiso.
El empleo remoto
Cabe destacar que, en los últimos años, creció mucho la modalidad del trabajo remoto. También llamado teletrabajo, permite cumplir con funciones a distancia, sin tener que acudir presencialmente a una oficina.
Ya sea como empleo a tiempo completo o empleo a tiempo parcial, estas actividades ofrecen varios beneficios al trabajador. Por lo general posibilitan una gestión flexible del tiempo y ayudan a ahorrar en los gastos vinculados a los desplazamientos.
En cuanto a las desventajas, cuando el teletrabajador es un emprendedor o cuentapropista, suele carecer de días de descanso. Esto se debe a que muchas veces cobra por trabajo realizado: por lo tanto, si no trabaja, no cobra.