En el universo corporativo del sector privado conviven desde una empresa familiar hasta una compañía multinacional, cada una con sus particularidades.
La empresa privada es aquella compañía con fines comerciales que se solventa gracias al capital de un propietario o más, accionistas o inversores. A diferencia de las empresas públicas, que pertenecen al ámbito estatal (es decir, dependen del Estado y son gestionadas por cada gobierno), las empresas privadas se encuadran en el sector privado. Estas últimas se conciben como un negocio, ya que poseen carácter lucrativo y apuestan por la rentabilidad.
Es fácil hallar, en la vida cotidiana, ejemplos que sirvan para comprender de qué se tratan, cómo se organizan y dónde despliegan sus actividades las compañías privadas porque, con un mínimo de referencias teóricas, uno puede localizar en su barrio, ciudad, provincia o país desde una empresa de transporte o una empresa de turismo hasta una empresa de salud, una empresa de alimentos y bebidas o una empresa de seguridad.
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ResumenTipos de empresa privada
Los tipos de empresa privada se reconocen en función del parámetro analizado.
De hacer foco en la dimensión que alcanza, entonces adquieren relevancia las categorías de microempresa, pequeña y mediana empresa (pyme) y gran empresa. Si se toma en cuenta la modalidad legal (forma jurídica), en cambio, entran en juego las alternativas de Sociedad Anónima (S.A.), Sociedad Limitada (S.L.), Sociedad por Acciones Simplificada (SAS) y Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L.).
En qué clase de sector estén especializadas para brindar productos y/o servicios, en tanto, abre un abanico enorme de chances de clasificación. Una empresa tecnológica, por detallar un caso, es aquella que tiene su fuerte en las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) o aprovechan las ciencias aplicadas para innovar. Cuando ocurre esto último, por lo general en entornos universitarios o en una corporación pública orientada a la investigación y al desarrollo, nace más de una empresa derivada (bautizada en inglés como spin-off) en base a la división de una compañía o una segmentación subsidiaria de ella. La modernización que va de la mano de las nuevas tecnologías es clave para el establecimiento de una empresa emergente, popularmente identificada como startup.
Hay más de una multinacional líder en los mercados de las telecomunicaciones y el rubro informático como lo son Huawei y Microsoft, así como existen emprendedores y visionarios que le dan impulso a una empresa de robótica, a una empresa de realidad virtual y/o a una empresa de inteligencia artificial.
Cuando se trata de un negocio o emprendimiento dedicado a adquirir materias primas o bienes a fin de transformarlos y comercializarlos se habla de empresa industrial. Figuran dentro de este conjunto una empresa manufacturera, una empresa de minería y toda empresa de petróleo y gas, por proporcionar referencias.
Crear una empresa de servicios con el objetivo de cubrir determinadas necesidades a partir de un bien inmaterial (intangible y que hay que ir renovando) es otra posibilidad, ya sea una empresa de servicios legales, una empresa de servicios de información y comunicación o una empresa de servicios financieros.
Si hablamos de empresa de consultoría, por último, conviene tener presente que esta clase de firma se consolida como una empresa de servicios profesionales en condiciones de asistir y asesorar en torno a numerosas áreas de trabajo.
Zara, por ejemplo, es una exitosa empresa de moda con varias franquicias.
Estrategias y alianzas empresariales
Abundan las estrategias y las alianzas empresariales en el campo de los negocios. En miras a incrementar la fuerza corporativa, quitar competencia del medio o abrirse camino en un mercado nuevo, es usual que se realicen fusiones y adquisiciones de compañías. A veces, la cooperación entre entidades de sectores distintos motorizada por el deseo o la necesidad de robustecer ciertas metas comerciales se materializa en una alianza estratégica.
Instaurando una empresa desde cero o estableciendo entre dos sociedades un acuerdo de colaboración, por describir otra realidad, se le da forma a la denominada empresa conjunta o joint venture. También es usual encontrar, dentro del sector privado, una modalidad identificada como franquicia. Se reserva este vocablo a especificar el formato que admite comercializar, por un lapso temporal concreto, un servicio, producto o bien gracias a que la firma franquiciada, por medio de un acuerdo, consigue que la franquiciadora le deje hacer usufructo ya sea de un nombre comercial, una marca o un negocio.
De profundizar en nociones teóricas que guardan vínculo con el ejercicio comercial, consiguen visibilidad incluso las ideas de filial (empresa que se caracteriza por estar bajo el mando o depender de una corporación principal llamada casa matriz). Ante la existencia de una sociedad mercantil que posee o administra propiedades de varias corporaciones (algo que sucede cuando, por ejemplo, una agrupación de capitalistas invierte en múltiples negocios rentables), por otro lado, florece el concepto de holding. Otra situación fácil de reconocer en el día a día a escala mundial tiene su representación en una palabra del idioma inglés, outsourcing, que permite describir a la tercerización o externalización que lleva a cabo una empresa al contratar a otra para que lleve a cabo una determinada actividad.
La alianza estratégica beneficia a las empresas que trabajan en conjunto en pos de un mismo objetivo.
Financiamiento y capital de empresas privadas
El financiamiento y el capital de empresas privadas engloban un número considerable de posibilidades. Si agentes del sector privado emplean su capital en pos de realizar actividades o emprendimientos que les proporcionen beneficios monetarios, entonces logra popularidad la expresión «capital privado».
Tampoco habría que pasar por alto los rasgos propios de la oferta pública inicial (IPO) que le permite a una compañía de capital privado emitir acciones por primera vez, en el marco de un acto público, con la intención de obtener ingresos de inversionistas que vayan sumándose al proyecto.
A cambio de una intervención en materia de capitales, en cambio, a las empresas emergentes pueden aparecerle un «ángel de negocios» o «ángel inversor» que las ayuda a crecer. Este Business angel pone dinero para impulsar la etapa inicial del plan corporativo y aconseja o guía a los dueños de la firma con el objetivo de abrazar el éxito empresarial.
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