La noción de escombro suele hacer referencia a los desechos y las piedras que resultan de la demolición, la destrucción o el deterioro de una estructura o del desarrollo de una obra de albañilería. Los escombros son restos de diferentes materiales.
Cuando se levanta, se refacciona o se demuele una construcción, se generan escombros. Puede tratarse de residuos de los materiales que se elaboran en la propia obra (como hormigón) o trozos de elementos ya fabricados con anterioridad (pedazos de ladrillos, fragmentos de cerámica, etc.).
La trituración de los escombros
Una vez que se generan los escombros, surge la necesidad de deshacerse de los mismos. Es habitual que se recurra a una trituradora para reducir su tamaño y así facilitar su vertido o su reciclaje.
La trituradora, también conocida como chancadora en algunas regiones, apela a la fuerza para romper los escombros, con lo cual da lugar a trozos más pequeños. Es posible diferenciar entre las trituradoras de impacto y las trituradoras de mandíbula.
Minimizar la contaminación
Por lo general existen leyes y normas que indican cómo proceder con los escombros. Se busca, a través de las normativas, que los residuos de la construcción y de la demolición no terminen contaminando los recursos naturales y atentando contra la salud de la población.
Cuando no hay controles y las personas no toman conciencia de las problemáticas ambientales, los escombros suelen acabar en terrenos baldíos, espacios verdes, ríos o incluso en cualquier esquina. Con el objetivo de combatir esta contaminación, habitualmente se disponen de tiradores o vertederos autorizados por las autoridades para la disposición final de los escombros.
Tomemos el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la capital de la República Argentina. El gobierno municipal estableció un servicio gratuito de retiro de escombros, que los vecinos pueden solicitar por vía telefónica o a través de Internet. Así se busca que nadie arroje los escombros en la vía pública.
Es importante aclarar que este servicio de recolección sin cargo se orienta a obras domiciliarias. Además hay un límite de hasta 500 kilogramos de escombros por obra; si se supera esa cantidad, se debe contratar a una empresa especializada.
El reciclaje de escombros
Más allá del vertido, la tendencia actual consiste en impulsar el reciclaje de los escombros. Así se disminuye el nivel de residuos que llegan a los vertederos legales o que terminan en lugares no permitidos.
De todos modos, las principales ventajas del reciclaje son los beneficios ecológicos (como los materiales se reaprovechan, se reduce la necesidad de extraer más recursos naturales) y económicos (la actividad fomenta la creación de puestos de empleo).
Cómo se reciclan
El proceso de reciclaje de escombros se inicia cuando los desechos son trasladados a la planta correspondiente. Al llegar a este sitio, se lleva a cabo una primera selección de los escombros, separando los más voluminosos y aquellos que no pueden reciclarse.
Luego se introducen los escombros en un tambor que permite cribarlos y sucesivamente se llevan a cabo diversas separaciones. Después, tras una clasificación manual, se procede a la trituración. Los productos resultantes pueden volver a usarse en la industria de la construcción como agregados, por ejemplo.