La estructura del suelo depende de la granulometría y otros factores.
El vocablo latino structūra llegó al castellano como estructura. Este término tiene varias acepciones en el diccionario de la Real Academia Española (RAE).
Se llama estructura a la organización o el orden de las diversas partes que forman un conjunto. La estructura, por lo tanto, está asociada a la disposición de los elementos.
El suelo, por otro lado, es la superficie de la Tierra o de un ambiente. Puede tratarse, según el contexto, de la capa inferior o del piso.
TemasQué es la estructura del suelo
La estructura del suelo refiere a cómo se produce la agrupación de las partículas que componen el nivel superficial y las capas subterráneas. La expresión está asociada a la granulometría: el análisis de la medida de las rocas, los granos y el resto de las partículas que forman el suelo.
Puede decirse que la estructura del suelo es el resultado de granulometría y la distribución de los componentes. Esta estructura abarca diferentes estratos conocidos como horizontes, los cuales en su conjunto dan lugar al perfil (la estratificación vertical del suelo en cuestión).
La diferenciación de los horizontes, a su vez, se genera por la dinámica interna del suelo y por el transporte ascendente y descendente de las partículas. Este movimiento es el efecto de procesos como la capilaridad y la lixiviación.
El crecimiento de cultivos depende, en parte, de la estructura del suelo.
La agregación
Al agruparse, las partículas del suelo forman agregados. De acuerdo a cómo se lleva a cabo la agregación, se obtienen distintas clases de estructuras.
Es posible afirmar que la estructura del suelo se define a partir del tamaño promedio de las partículas, la forma de los agregados y el grado de agregación (relacionado con la adhesividad y la cohesión). Conocer estos datos es clave a la hora de explotar o aprovechar el suelo.
La estructura del suelo, pues, puede ser de grano simple, de aglomerado, fuerte, moderada, débil, en bloque, laminar o granular, por mencionar algunas posibilidades. Todo depende de las características que se consideren a la hora de la clasificación.
La estructura del suelo y la roca madre
El suelo dispone de una matriz mineral que recibe el nombre de roca madre. Los horizontes sucesivos se asientan sobre este material rocoso, que no padece alteraciones físicas ni químicas de relevancia.
Cuando los horizontes mantienen un vínculo cercano con la roca madre, se habla de suelo autóctono. En cambio, si los horizontes solo encuentran en la roca madre su base física, se trata de un suelo alóctono.
En sentido ascendente, arriba de la roca madre aparecen el subsuelo; la zona de precipitado; la zona de lavado vertical; y la capa superficial. Lo que puede verse a simple vista es esta capa superficial, que presenta restos de plantas, ramas y hojas.
Su influencia en los cultivos
El crecimiento exitoso de los cultivos tiene una relación directa con la estructura del suelo. Las diversas prácticas de manejo, como la labranza y el riego, deben responder a las características de esta estructura.
El modo de absorción de los nutrientes y el agua, el enraizamiento y otras cuestiones tienen que ver con la granulometría y los agregados. Por eso, el rendimiento de los cultivos se define, en parte, por la estructura del suelo.
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