Con origen etimológico en el vocablo latino exponĕre, el término exponer hace referencia a expresar o exhibir algo. Se trata de un verbo que, partiendo de este significado, puede emplearse de diversas maneras y en distintos contextos.
Por ejemplo: “Mi sueño es exponer mis cuadros en alguna galería de París”, “El gobierno está considerando exponer a los deudores para incentivar los pagos”, “El dueño del canal no quiere exponer la difícil situación que atraviesan muchos vecinos ya que las imágenes podrían perjudicar al alcalde”.
La idea de exponer aparece con frecuencia en el ámbito de las artes plásticas. Cuando un pintor, un escultor o un fotógrafo deciden exponen sus obras, lo que hacen es exhibirlas en algún lugar (una galería, un museo, etc.). Al exponer, por lo tanto, el artista da a conocer su trabajo.
Exponer también puede implicar pronunciar un discurso o hablar en público de ciertos temas. Las exposiciones orales son frecuentes en la ciencia y en el terreno académico cuando algún especialista ofrece una conferencia o una disertación. Supongamos que, en una universidad, se anuncia que un economista va a exponer sobre la deuda externa de un país. Se espera que, en el evento en cuestión, el experto explique cuestiones vinculadas a dicha temática.
En este sentido, el verbo exponer suele indicar que quien lo realiza da a conocer sus propios descubrimientos, opiniones o puntos de vista con respecto a un tema. Esto se diferencia de la acción de compartir con un grupo de personas una serie de conocimientos que provengan del trabajo ajeno, algo muy común en los centros educativos cuando los estudiantes deben aprender acerca de un tema basados en los libros de consulta indicados por los profesores y luego demostrarles que han interiorizado los conceptos de manera adecuada.
Nótese que las acepciones mencionadas hasta el momento hacen referencia a acciones que lleva a cabo el sujeto sin perjudicar o afectar directamente a un tercero; de hecho, suelen tener como objetivo el provecho de dar a conocer sus habilidades personales para conseguir puestos de trabajo o para vender sus creaciones.
Por otro lado, el concepto de exponer también puede referirse a ubicar a alguien o algo en una posición peligrosa o perjudicial o en un lugar donde pueda recibir la influencia de un agente: “No voy a exponer a mi hijo ante las cámaras de TV”, “Debes utilizar un traje especial para ingresar al laboratorio debido a que te puedes exponer a radiaciones”.
Esta acepción es muy vigente en la actualidad, dada la facilidad con la que podemos publicar información en Internet. Mientras que en el pasado era necesario atravesar un largo camino para exponer, por ejemplo, el mal comportamiento de una empresa, ya que había que conseguir que alguna cadena de televisión o de radio, o bien un periódico se solidarizaran con la víctima y le concedieran un espacio para hacer pública su denuncia, hoy en día basta con subir fotos, vídeos o un texto a cualquier red social para que comience la difusión a nivel mundial.
Ante un caso de falta de ética, Internet es el canal más adecuado: cada día son menos las personas que se atreven a cruzar la línea del bien sin pensarlo dos veces, ya que muy probablemente haya un teléfono móvil o una cámara de seguridad cerca guardando una captura de la escena. Discusiones en los medios de transporte, peleas en las calles o robos de productos enviados a domicilio, entre otras tantas situaciones son grabadas en vídeo y publicadas todos los días en las redes para el mundo entero, facilitando el trabajo de las fuerzas de seguridad y condenando a los delincuentes al máximo grado de exposición.