La gestión del talento es clave para el bienestar laboral.
La gestión del talento es el conjunto de las estrategias y las acciones que le permiten a una organización atraer, incorporar y retener a los trabajadores más capacitados. La noción también alude a los procedimientos que posibilitan el desarrollo profesional de los recursos humanos ya existentes para que desplieguen su potencial en la empresa.
Cabe destacar que la idea de gestión refiere a la dirección o administración de una iniciativa, una actividad o una entidad. El talento, en tanto, se asocia a la aptitud y la destreza; el término además identifica al individuo que resulta hábil o idóneo para una cierta ocupación.
Por lo tanto, la gestión del talento consiste en aquello que hace una compañía para sumar empleados calificados y competentes y para que quienes ya integran la plantilla estén motivados, comprometidos y aportando valor.
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ResumenOrigen del concepto
El concepto de gestión del talento surgió a fines de la década de 1990. Quien lo acuñó fue el estadounidense David Watkins, CEO de Softscape. En un artículo que dio a conocer en 1998, Watkins consideró que un talento es un individuo que realiza aportes positivos a la productividad y al rendimiento de una organización. En este marco, resaltó la importancia de trabajar en su integración a la compañía y en su progreso.
La noción pronto fue ganando popularidad en el ámbito corporativo. En 2001, por ejemplo, Beth Axelrod, Helen Handfield-Jones y Ed Michaels publicaron un libro centrado en cómo las compañías compiten entre sí y se disputan los mejores talentos.
Un análisis de puestos de trabajo es indispensable para la gestión del talento.
Características de la gestión del talento
La gestión del talento parte de la base de que los trabajadores son la clave del éxito de una compañía. Cuando los empleados están capacitados y comprometidos con la cultura organizacional, hay trabajo en equipo y existe un liderazgo positivo, la empresa logra funcionar con eficiencia y es más factible que alcance sus metas.
Partiendo de esta premisa, las organizaciones tienen que invertir tiempo, esfuerzo y dinero para la adquisición de talentos y, a su vez, para mantener y desarrollar a aquellos que ya son parte de la firma. Esto requiere de una planificación estratégica de RRHH y de un trabajo coordinado entre distintas áreas.
La captación de talentos demanda un sistema atractivo de compensación y beneficios. Ofrecer un plan de carrera también suele ser valorado.
Para el desarrollo de competencias, el coaching y la mentoría son alternativas frecuentes. De todas formas, se requiere un análisis de necesidades de formación para saber con precisión cuáles son las metodologías de enseñanza más convenientes. Fortalecer las hard skills (habilidades técnicas) y las soft skills (habilidades blandas) resulta imprescindible para ganar competitividad.
En cuanto a la retención de empleados, es esencial mantener la motivación laboral. Es importante establecer un feedback continuo para conocer sus necesidades e intereses.
Las empresas deben ir más allá de cumplir con la legislación laboral: tienen que brindar beneficios o ventajas para incrementar el bienestar de los empleados. Una opción es habilitar, ya sea algunos días a la semana o de modo permanente, el trabajo remoto o teletrabajo. A su vez pueden brindar flexibilidad horaria. Así los trabajadores pueden compatibilizar sus obligaciones laborales con su vida personal.
El desarrollo organizacional requiere una buena gestión del talento.
Las etapas
Pueden identificarse distintas etapas en la gestión del talento. Se trata de pasos sucesivos que deben llevarse a cabo en el marco de una estrategia integral.
- Captación: Ante todo, la empresa debe tener en claro qué clase de talentos necesita. Para esto debe analizar su organigrama actual y detectar las fortalezas y las debilidades. A partir de esa información, tiene que proceder a buscar los talentos a través de portales de empleo, redes sociales y otros recursos. Con los talentos ya identificados, llega el momento de atraerlos para concretar el reclutamiento.
- Desarrollo: Una vez realizada la contratación, la compañía tiene que integrar a los nuevos talentos a su estructura y desarrollarlos para aprovechar su potencial. En este contexto, la entidad también debe estar dispuesta a adaptarse a los talentos.
- Retención: Para la organización, que los talentos capacitados y motivados sigan siendo parte de la plantilla es trascendental ya que la rotación es costosa y repercute tanto en la productividad como en la calidad. Construir un ambiente laboral favorable puede lograrse con bonificaciones, propuestas de formación y otras alternativas que aporten al engagement (compromiso del empleado)
Ventajas de la gestión del talento
Una buena gestión del talento aporta numerosos beneficios a una organización. Dada la importancia de los recursos humanos, la gestión del talento deriva un incremento de la productividad y la eficiencia.
Como ya indicamos, la gestión del talento ayuda a mantener la motivación, reduciendo la rotación y, por consiguiente, los costos de la empresa. Otro aspecto a considerar es que una buena gestión del talento contribuye a potenciar la imagen de la compañía justamente por su política de recursos humanos.
Errores habituales
Los especialistas señalan ciertos errores que las empresas cometen con frecuencia en la gestión del talento. Uno de ellos es la comunicación deficiente: la compañía y los talentos deben comunicarse de manera permanente y fluida para ajustar detalles, resolver dudas y solucionar eventuales conflictos.
Otras fallas están vinculadas al manejo de los tiempos. Acelerar demasiado el proceso de reclutamiento y contratación puede llevar a tomar decisiones equivocadas. No obstante, si la selección y el proceso de onboarding (integración de nuevos empleados) se extienden mucho, aparece la impaciencia y surgen los roces.
La confección de la mejor plantilla posible demanda también el desarrollo periódico de una evaluación del desempeño para conocer qué debe optimizarse. Por otro lado, es imposible prever cuándo un talento se marchará: por eso siempre debe llevarse a cabo una planificación de la sucesión.
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