La inteligencia colectiva es la capacidad que surge a partir de la cooperación de varios individuos. Se trata de un concepto que se emplea en distintos ámbitos, como la sociología y la tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Se denomina inteligencia al intelecto y a la aptitud para lograr la resolución de problemas. Lo colectivo, en tanto, es aquello vinculado a un conjunto de personas.
Puede decirse que la inteligencia colectiva se construye mediante la combinación de conocimientos y habilidades de distintos sujetos. Por lo tanto requiere de la colaboración y el trabajo en equipo para su desarrollo.
Historia de la inteligencia colectiva
La historia del concepto de inteligencia colectiva es muy extensa. Sin llegar a acuñar la noción, el filósofo griego Aristóteles ya señalaba hace más de dos mil años que el aporte de múltiples personas permitía alcanzar mejores resultados a la hora de tomar decisiones.
Más cerca en el tiempo, se menciona al entomólogo estadounidense William Morton Wheeler (1865–1937) como uno de los pioneros en considerar esta cuestión cuando en 1911, observando cómo trabajaban las hormigas, indicó que el conjunto de los ejemplares funcionaba como un superorganismo: es decir, como un solo ser vivo con una inteligencia colectiva. Algo similar expresó el etólogo austríaco Karl Ritter von Frisch (1886–1982).
Por la misma época que Wheeler, el filósofo y sociólogo francés Émile Durkheim (1858–1917) destacó que la sociedad refleja la inteligencia más alta debido a que va más allá del individuo tanto en tiempo como en espacio. Para Durkheim, una sociedad es más que la agrupación de sus integrantes y tiene una existencia y un alcance que superan las experiencias de cada persona.
Con el tiempo, diversos científicos comenzaron a analizar cómo una organización, imitando a la biología, podía crear una inteligencia colectiva. De este modo se empezaron a estudiar distintos mecanismos para la producción, la organización, el almacenamiento y el intercambio de información.
En la actualidad, el concepto de inteligencia colectiva se usa sobre todo en el ámbito de las TIC ya que las redes sociales, las plataformas de código abierto, las wikis, los foros de discusión y otras herramientas de colaboración en línea contribuyen al fomento de la inteligencia colectiva.
Del individualismo a la cooperación
El impulso de la inteligencia colectiva implica un nuevo paradigma que deja de lado el individualismo para centrarse en la cooperación. Esto requiere de un cambio de enfoque que, en parte, es favorecido por la tecnología.
A nivel general, el sistema capitalista hace un culto de lo individualidad. Se privilegian los méritos individuales por sobre el trabajo comunitario y se defiende generalmente la meritocracia, que se basa en la creencia de que cada persona puede progresar por mérito propio, sin depender del Estado ni de los lazos sociales.
Sin embargo, la Web 2.0 y otros recursos tecnológicos que propician la interconexión revalorizaron la colaboración y el trabajo conjunto. De este modo, cada vez se tiene más en cuenta que unir esfuerzos permite lograr resultados superadores.
Por estos motivos, hoy se apuesta por la noción de sabiduría de las multitudes para mejorar la eficacia y la eficiencia en múltiples áreas. Esta visión, asimismo, destaca la conveniencia de apostar por una inteligencia colectiva en lugar del saber de un único experto.
Ejemplos de inteligencia colectiva
Podemos encontrar ejemplos de inteligencia colectiva en distintos sectores, incluso fuera del ámbito digital. Cada vez que se lleva a cabo una tormenta de ideas o brainstorming, se aplica la idea de inteligencia colectiva. Estos procesos se ejecutan confiando en que esa retroalimentación entre los participantes será provechosa.
Otro ejemplo claro de inteligencia colectiva es Wikipedia. La enciclopedia virtual más popular se alimenta de los aportes de los propios usuarios, quienes también se encargan de corroborar y editar la información. Dada la gran cantidad de gente que accede a los artículos y lleva a cabo un análisis colaborativo de datos, el material resulta confiable.
Aquellas iniciativas que forman parte del llamado crowdsourcing también son ejemplos de inteligencia colectiva. En la educación, el aprendizaje colaborativo (donde los alumnos se dividen en grupos y trabajan en equipo para resolver problemas) apela a este modo de construcción de conocimiento, así como la economía colaborativa busca generar beneficios a partir de la interacción de consumidores o usuarios.
También recurren a la inteligencia colectiva las plataformas de consulta pública que incentivan la participación ciudadana y la democracia digital. Los intereses mayoritarios se representan con mayor fidelidad a medida que crece el número de mujeres y hombres que se involucran.
Ventajas y desventajas
Las ventajas de la inteligencia colectiva son claras: explota el potencial del ser humano gracias a la combinación de los saberes y las destrezas individuales. Así se consiguen resultados más efectivos y creativos.
Debe tenerse en cuenta que generalmente la construcción colectiva es superior a la suma de los aportes individuales. Dicha particularidad suele verse con claridad en el deporte, donde los equipos con mejores individualidades no siempre ganan.
La inteligencia colectiva, en definitiva, ayuda a resolver problemas de gran complejidad y permite tomar decisiones más informadas. Sin embargo, no se puede dejar de mencionar que la decisión de la mayoría no siempre es la correcta. Por otra parte, es frecuente que los individuos terminen intentando amoldar sus ideas a las de la mayoría, con lo cual se pierde diversidad.