La etimología de lenguaje nos lleva al vocablo occitano lenguatge. El término tiene varios usos reconocidos por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario.
Se llama lenguaje a la capacidad de las personas para llevar a cabo una comunicación y expresarse mediante la articulación de sonido o la utilización de otro sistema de signos. El concepto también puede aludir a un modo o un estilo de expresión; a la lengua como sistema comunicativo; o a un código formado por signos.
El adjetivo técnico, por otra parte, hace mención a aquel o aquello vinculado a la aplicación de un arte o una ciencia. Cuando se vincula a una expresión o una palabra, refiere a que se utiliza en el campo específico de una disciplina.
Qué es el lenguaje técnico
Se llama lenguaje técnico al conjunto de los términos y las expresiones que se usan en un ámbito especializado. Para comprenderlo, por lo tanto, se requieren de determinados conocimientos profesionales o científicos.
Antes de avanzar, es importante indicar que el lenguaje coloquial o cotidiano se emplea constantemente en casi todos los contextos. Con dominar el idioma (su gramática, sus reglas ortográficas, etc.), ya puede utilizarse sin problemas, ya que no resulta complejo.
El lenguaje técnico, en cambio, demanda un saber adicional. No es suficiente conocer la lengua para comprenderlo debido a que su vocabulario es especializado.
Principales características
El rasgo distintivo del lenguaje técnico es su vocabulario particular. Las palabras que usa no son las mismas que se intercambian cada día en el entorno familiar, entre amigos o en las interacciones sociales tradicionales, sino que incluye con frecuencia términos que son extraños para el común de la gente.
Aunque resulta críptico para las personas en general, el lenguaje técnico facilita la comunicación entre especialistas y ayuda a la difusión del conocimiento científico. Esto se debe a que es preciso, dejando de lado las ambigüedades y las posibles interpretaciones erróneas.
Este léxico suele recopilarse en glosarios, enciclopedias y diccionarios que sirven como fuente de consulta para quienes se inician en la materia. De esta manera, existen contenidos que sirven como referencia.
Ejemplos de lenguaje técnico
El lenguaje técnico o especializado es importante en la medicina. Mientras que un joven puede decir que, producto de un fuerte golpe, le duele la cabeza, un médico indicará que el muchacho padece de cefalea como consecuencia de un traumatismo de cráneo.
Si bien esta situación supone una simplificación de un posible hecho real, el lenguaje técnico es vital para que la información se transmita con claridad entre entendidos y para garantizar la certeza de lo comunicado. Si un profesional de la medicina sugiere una interconsulta, la idea de «golpe en la cabeza» es imprecisa, a diferencia de lo que sucede si se alude a un «traumatismo de cráneo moderado con pérdida de conocimiento».
En la informática también se recurre a un lenguaje técnico. Una expresión como «Al formatear el disco rígido, tendrá que ingresar nuevamente los passwords de sus cuentas ya que no se podrá loguear automáticamente» introduce palabras poco frecuentes o extranjerismos como «formatear», «password» y «loguear».