El término pituco se utiliza en el lenguaje coloquial de varios países sudamericanos. Puede tratarse del adjetivo que se emplea para calificar al individuo que pertenece a la clase alta de la sociedad.
Por ejemplo: «El dueño de la empresa es un pituco que tiene una fortuna», «Estuve de novia con un pituco que me quería dar todos los gustos, pero las diferencias sociales terminaron distanciándonos», «Ese pituco nunca pasó penurias económicas ni conoce lo que es el esfuerzo para pagar las cuentas».
Por lo general pituco se usa de forma despectiva o peyorativa. La noción también puede aludir a quien pone mucho esmero a la hora de arreglarse y suele presumir de su elegancia: «Me puse pituco para ir a la fiesta de esta noche», «Aquel pituco pretende sobresalir con su traje importado pero nadie le presta atención», «No seas pituco y ensúciate la ropa como los demás».
Tomemos el caso de un debate político entre dirigentes de distintos partidos. El líder del Partido de los Trabajadores acusa al presidente del Partido Conservador de pretender un «gobierno para pitucos»: con esta expresión, hace referencia a un supuesto plan para que las políticas públicas beneficien a los sectores privilegiados de la comunidad.
Pituco incluso puede calificar a un lugar u objeto. Un «restaurante pituco», en este marco, es un establecimiento que presenta una decoración muy cuidada y propuestas gastronómicas refinadas. Este tipo de emprendimientos suelen tener precios muy elevados, con lo cual son frecuentados por los sujetos más adinerados y, por lo general, pretenciosos (es decir, los pitucos).
A continuación estudiaremos la etimología del término pituco. En primer lugar debemos señalar que su origen es la palabra pito, un figurativo que podemos usar para describir a una persona delgada y alta, con una forma que se parece a la de una flauta . Antes de seguir adelante debemos mencionar que en Chile, por ejemplo, algunos de los sinónimos de pituco son los siguientes: siútico, snob, cursi, jaibón y cuico.
Este último, cuico, pertenece al idioma quechua y se traduce como «lombriz». Esto nos aporta un dato curioso, ya que se relaciona con la metáfora antes mencionada de algo largo y delgado, que a su vez se asocia con las personas que visten bien y se arreglan antes de mostrarse en público. Si ahondamos un poco en el origen de esta relación, notamos que probablemente haya surgido de la diferencia entre el aspecto de la gente trabajadora, con sus ponchos y prendas de vestir amplias que los hacían parecer más corpulentos de lo que eran en realidad, y los señores, cuyos trajes se ajustaban al cuerpo y los hacían lucir más esbeltos.
En la composición de pituco tenemos la raíz «pito» y el sufijo «-uco»; el primero se originó en la onomatopeya piiit, que representa el sonido que produce el instrumento llamado pito al soplar en su boquilla; el segundo, en cambio, se usa para la formación de términos despectivos, tal como se puede apreciar en «feúco», «macuco» y «maluco», de «feo», «malo» y «macho», respectivamente. Cabe señalar que de la onomatopeya piiit también obtuvimos las palabras pitillo y pitar.
Después de la creación de pituco surgieron otras palabras que la tienen como origen; tal es el caso de pituquería (grupo de personas consideradas pitucas) y pitureque (individuo flaco que se mueve con evidente ligereza o trompo que se mueve muy rápidamente). Es importante no confundir pituco con pituto , un objeto con forma de pito que sobresale de una estructura más grande.
En la región del Río de la Plata se cree que el término pituco tiene sus orígenes en los inmigrantes de Rusia, donde existe uno que suena muy parecido y se define como «gallo» u «hombre arrogante , compadrito, que viste y se comporta de manera extravagante».