El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define al porrón como un recipiente con vientre voluminoso que se destina al almacenamiento de agua. El término también puede aludir a un envase empleado en varias regiones de España que permite beber vino a través de un pico vertedor bastante extenso.
Este último tipo de porrón tiene sus antecedentes en el Imperio romano. Se trata de una vasija abombada con un pitorro o pitón que permite la salida de su contenido a chorros. De esta manera, con un porrón es posible compartir vino sin utilizar copas ni vasos y sin que el receptáculo entre en contacto con la boca de las personas.
En Argentina, el concepto de porrón está vinculado a la cerveza. Mientras que en ciertas zonas se apela a él para aludir a una botella de un litro, en Buenos Aires se llama porrón a la botella de cerveza de 330 centímetros cúbicos aproximadamente.
Estos porrones, por lo tanto, son individuales. Una persona puede beber un porrón para acompañar unas porciones de pizza, por mencionar una posibilidad.
Otro uso de la noción de porrón aparece en el ámbito de la zoología, con referencia a distintas clases de aves. Los integrantes de los géneros Bucephala y Aythya son indicados como porrones: porrón común, porrón coronado, porrón americano, porrón osculado, porrón moñudo, porrón islándico, porrón acollarado, etc.
Más allá de sus diferencias, los porrones son patos: aves acuáticas y palmípedas. Presentan patas cortas con los dedos vinculados entre sí mediante una membrana.
En Eurasia y África encontramos el porrón común, que también se conoce como porrón europeo. Pertenece a la familia Anatidae y es un ave anseriforme, orden cuyo nombre significa «con forma de oca». Se trata de un pato buceador cuya cabeza tiene forma triangular (una de sus características más evidentes), el cuello de escasa extensión.
Su tamaño total se considera medio en comparación con otras aves similares: su extensión se encuentra entre los 42 y los 49 centímetros, mientras que la envergadura de sus alas desplegadas va de los 72 a los 82 centímetros. Con respecto a su dimorfismo sexual (aquellas diferencias físicas que nos permitan distinguir al macho de la hembra), podemos destacar que:
* el cuello y la cabeza del macho exhiben un color castaño rojizo;
* el plumaje del macho es principalmente gris claro, a excepción de su pecho, su caudal y la parte superior de su manto, que son más oscuras;
* la base del pico del macho tiene una franja oscura, seguida por una zona gris blanquecina y la punta de color negro;
* el iris del ojo del macho es de color rojo;
* la parte frontal de la hembra es parda. Esto incluye su cabeza, su cuello y su pecho. Su parte trasera, en cambio, es pardo grisácea, con ciertas partes más claras en su rostro, en especial detrás del ojo;
* la zona gris del pico es menos extensa en la hembra;
* los ojos de la hembra son castaños.
Si bien es correcto decir que el porrón europeo se parece al americano, mencionado más arriba, existen ciertas diferencias que los especialistas advierten sin dificultad: el porrón americano es más grande, la parte negra de su pico es menos extensa y el iris de sus ojos es amarillo.
También se compara el aspecto del porrón europeo con otra especie nortamericana, el coacoxtle (también llamado porrón lomiblanco o picudo), aunque éste tiene el pico y el cuello más extensos y su pico es completamente negro. De hecho, solamente existe otro porrón europeo cuyo plumaje es realmente similar, el pato colorado, aunque las alas del macho son marrones, su cabeza (de mayor tamaño) tiene forma redondeada y su pico es rojo o rojizo, dependiendo de la estación del año.
