La psicología positiva promueve intervenciones basadas en fortalezas de las personas.
La psicología positiva es una rama de la psicología que se dedica al análisis de aquello que incrementa el bienestar y mejora la calidad de vida de las personas. Se trata de una corriente que examina las virtudes y las fortalezas de los seres humanos.
Lo que hace la psicología positiva es cambiar el enfoque habitual del estudio psicológico centrado en las emociones negativas y las situaciones dolorosas o traumáticas. Por el contrario, se propone observar los elementos favorables para potenciarlos.
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ResumenHistoria de la psicología positiva
La historia de la psicología positiva comenzó a fines de la década de 1990. Se señala como su creador al psicólogo norteamericano Martin Seligman, por entonces director de la Asociación Estadounidense de Psicología.
Seligman consideró que la psicología debía evolucionar e investigar sobre los rasgos y los factores que contribuyen a la felicidad, el crecimiento personal y la satisfacción vital de los individuos. Su postura fue ir más allá de la solución de problemas emocionales para enfocarse en lo positivo y nutrirlo.
De este modo, se llevó a cabo una primera cumbre de esta corriente psicológica en 1999. Tres años después se organizó la primera conferencia internacional de esta corriente y poco a poco se fueron sucediendo los encuentros, congresos y cursos.
Hay que subrayar que las primeras reflexiones sobre cuestiones como las fortalezas personales, la alegría y la satisfacción surgieron hace miles de años. En la Antigua Grecia, por ejemplo, Aristóteles escribió sobre la eudaimonía, un concepto que suele traducirse como felicidad. Mucho más cerca en el tiempo, en los años 40, psicólogos humanistas como Carl Rogers y Abraham Maslow también investigaron sobre la salud mental positiva.
A Seligman se le reconoce el impulso para estudiar científicamente las emociones positivas, indagando en dinámicas y procesos que contribuyen al bienestar. Su aporte, al igual que el realizado por otros psicólogos como Mihály Csíkszentmihályi y Ed Diener, hizo esta ciencia deje de concentrarse casi exclusivamente en el tratamiento de trastornos y enfermedades mentales para ahondar en intervenciones de bienestar con una perspectiva positiva.
Con la psicología positiva se puede lograr la realización personal.
La búsqueda de la felicidad
De acuerdo a Seligman, existen tres grandes caminos para avanzar hacia la felicidad:
- Vida significativa: Las acciones asociadas a un sentido de vida y al cumplimiento de metas que trascienden al individuo. La empatía, la amabilidad y el altruismo son virtudes mencionadas por Seligman para construir relaciones enriquecedoras y que ayudan a una conexión social saludable.
- Vida comprometida: La aplicación de las habilidades y fortalezas personales para vivir experiencias gratificantes en todos los ámbitos, ya sea en el entorno familiar, el universo laboral, etc. La sabiduría, la templanza, la creatividad, el coraje, la pasión y la vitalidad están entre los recursos indicados por el psicólogo estadounidense.
- Vida placentera: Maximización de las emociones agradables. De acuerdo a Seligman, hay que aprender a generar emociones positivas y sostenerlas en el tiempo, logrando un equilibrio emocional entre el pasado, el presente y el porvenir. La gratitud, la esperanza, el optimismo y la llamada mindfulness (atención plena) son instrumentos para alcanzar estos objetivos.
La psicología positiva contribuye a la regulación emocional.
Características de la psicología positiva
La psicología positiva, en definitiva, se basa en el análisis del funcionamiento positivo de las personas examinando múltiples dimensiones, desde la biología hasta lo institucional, pasando por lo cultural y lo social. Puede decirse que los psicólogos positivos aspiran a comprender las bases de la felicidad.
En este contexto, se estudian los factores que hacen que un individuo pueda tener una vida plena y gozar de bienestar. La inteligencia emocional, la creatividad, el humor positivo y la resiliencia son algunos de los aspectos positivos de las personas que ayudan a un desarrollo dichoso y placentero.
Es importante mencionar que la psicología positiva no pretende reemplazar a otras ramas de la psicología. Así como se reconoce la necesidad de tratar la depresión, los trastornos de ansiedad y otras problemáticas de salud mental, este trabajo debe complementarse con una mirada centrada en las fortalezas para estimularlas y promoverlas.
Sus ventajas y desventajas
La psicología positiva puede aportar múltiples beneficios. Gracias a su enfoque, contribuye al fortalecimiento de la autoestima y ayuda a enfrentar los obstáculos, impulsando el empoderamiento.
Asimismo, favorece las cualidades de liderazgo ya que puede encauzar las fortalezas del individuo. Por otro lado sirve para la regulación de las emociones debido a que se centra en la interpretación del entorno y en la adaptación.
Estas ventajas son especialmente relevantes en la educación. La psicología positiva puede realizar grandes aportes al desenvolvimiento de los niños en la escuela y al despliegue exitoso de sus habilidades y talentos.
No se puede dejar de mencionar, sin embargo, que hay quienes advierten sobre los riesgos y las falencias de la psicología positiva. Por un lado, se menciona que considerar que la felicidad es «positiva» implica que la tristeza y otras emociones son «negativas», con lo cual pierden su capacidad transformadora y su potencial como instrumento para la superación de determinadas instancias.
También se suele indicar que la realidad sobre la cual trabaja la psicología positiva es demasiado simple. El modelo de Seligman, de acuerdo esta visión, no contempla las complejidades del mundo real y, por lo tanto, sus conclusiones no resultan válidas o aplicables.
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