La respuesta inmunitaria es la forma que dispone un organismo de reconocer y defenderse de todos aquellos agentes que considera extraños y nocivos. El sistema inmunitario es el responsable de regular y gestionar estas respuestas.
Una respuesta es una reacción ante un estímulo, la satisfacción de una inquietud o la contestación que un individuo brinda cuando es llamado o requerido. Inmunitario, por su parte, es lo que está vinculado a la inmunidad (la resistencia de un organismo frente al accionar de un agente patógeno).
Gracias a distintas estructuras, el sistema inmunitario lleva a cabo varios procesos para la identificación y la eliminación de los patógenos que son potencialmente peligrosos. Esa respuesta inmunitaria (también conocida como respuesta inmune), de todos modos, debe ser precisa para resultar exitosa: cuando el sistema inmunitario falla, la respuesta puede implicar destruir células sanas.
Características de la respuesta inmunitaria
Cabe destacar que la respuesta inmunitaria es una reacción que, por lo general, surge a partir del análisis que el organismo realiza de las moléculas de los virus, las bacterias y otros microorganismos que detecta.
Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer otros datos de interés acerca de la respuesta inmunitaria:
- Se desarrolla en tres pasos: reconocimiento, ataque y memorización.
- La respuesta inmunitaria está íntimamente relacionada con el sistema inmunitario, que es el que le permite existir gracias a que consta de células y de órganos.
- Las células inmunitarias son las que se encargan de detectar las moléculas extrañas que pertenecen al elemento invasor.
Las alergias
Es importante establecer que dentro del ámbito de medicina centrada en las alergias se hace referencia a tres tipos de respuestas inmunitarias:
- La respuesta inmunitaria innata, que el sistema de defensa con el cual nacemos todos los seres humanos y que se encarga de protegernos contra los antígenos. Viene a ejercer como una primera línea de defensa del organismo contra distintos elementos que pueden provocarnos daños. En concreto, en esta categoría se engloban las lágrimas, la tos, los mocos…
- La respuesta inmunitaria adquirida es la que genera el sistema inmunitario de una persona para protegerse de un antígeno concreto.
- La respuesta inmunitaria pasiva está formada por los anticuerpos que se producen en el cuerpo de otro individuo. Por tanto, este tipo de respuesta es la que tienen los bebés que, durante los primeros meses de vida, poseen los anticuerpos que sus mamás les han podido transferir a través de la placenta. Es importante saber que los mismos desaparecerán a lo largo del primer año.
La respuesta inmunitaria y la inmunodeficiencia
Cuando una persona sufre inmunodeficiencia, su sistema inmunitario no está en condiciones de proteger el organismo de manera adecuada: de este modo, al no brindar respuestas inmunitarias acordes a la acción de los patógenos, el individuo es susceptible a las infecciones.
Las personas que padecen del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), por ejemplo, tienen problemas para presentar respuestas inmunitarias a causa de la acción de un virus. El tratamiento del SIDA, por lo tanto, incluye el suministro de fármacos que ayudan al fortalecimiento del sistema inmunitario y a impedir que el virus se reproduzca.