Ruiseñor es un término de nuestra lengua que procede del vocablo latino lusciniŏla. Se trata de un ave que forma parte del grupo de los paseriformes y que suele medir poco más de quince centímetros de su cabeza hasta el final de la cola.
De pico fino, el ruiseñor se caracteriza por sus plumas rojizas, aunque con vientre gris y tonos más oscuros en la cabeza y el lomo. Los ruiseñores suelen habitar en zonas boscosas de Asia y de Europa, instalando sus nidos en arbustos con vegetación densa.
Características de un ruiseñor
Una de las particularidades del ruiseñor es que canta incluso de noche, cuando otras aves se mantienen en silencio. Su canto es fuerte, con silbidos que van creciendo y diferentes borboteos. Cuando el ruiseñor se encuentra en un ambiente ruidoso, tiene la capacidad de elevar el volumen de su canto para hacerse oír.
El ruiseñor, ave migratoria cuya alimentación se basa en insectos, es protagonista de diversos simbolismos. Dado que su canto es admirado, las personas cantantes con voz agradable suelen ser calificadas como “ruiseñores”. Joselito, por ejemplo, es un cantante español que, cuando saltó a la fama en su niñez, era nombrado como “El pequeño ruiseñor”.
Por otra parte, el ruiseñor suele asociarse a la primavera y, por extensión, a la juventud y la belleza. Esto se vincula a que el ave arriba a Europa cuando se acerca esta estación.
Una película
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto la existencia de un clásico del cine de todos los tiempos que lleva en su título también la palabra que nos ocupa. Nos estamos refiriendo a la película “Matar a un ruiseñor”, que está basada en la novela homónima de Harper Lee.
En 1962 fue cuando se produjo el estreno de ese filme, que fue dirigido por Robert Mulligan, que contó con la música de Elmer Berstein y que dispuso de un elenco de actores encabezado por Gregory Peck, Mary Badham, Brock Peters y Phillip Alford.
En la época de la Gran Depresión es donde se sitúa la historia y más concretamente en una pequeña población del sur de Estados Unidos. En la misma es donde el protagonista (Atticus Finch), que es abogado, deberá enfrentarse a uno de los casos más complicados que ha llevado. Y es que opta por defender a un hombre negro que ha sido acusado de violar a una mujer blanca.
Queda patente que el acusado es totalmente inocente, pero su raza llevará a que desde el primer momento el jurado tenga claro que lo va a declarar culpable. Por eso, el abogado, aún teniendo que enfrentarse a las críticas y ataques que recibirá por defender al reo, hará todo lo que esté en su mano para intentar que realmente se haga justicia y que su cliente no vaya a la cárcel por un delito que no ha cometido.
Ruiseñores en cuentos clásicos
Este pájaro, por último, es el protagonista de cuentos clásicos como “El ruiseñor” de Hans Christian Andersen y “El ruiseñor y la rosa” de Oscar Wilde.
En el primer caso, la historia gira en torno a un emperador que reemplaza a un ruiseñor verdadero con un robot, mientras que el relato de Wilde presenta a un ruiseñor que se sacrifica por un joven.