Un sacárido es un hidrato de carbono. Carbohidrato y glúcido también son sinónimos que permiten hacer referencia al mismo tipo de sustancia.
Los sacáridos, hidratos de carbono, carbohidratos o glúcidos son biomoléculas: es decir, moléculas que constituyen a un ser vivo. Estas biomoléculas se forman con átomos de oxígeno, hidrógeno y carbono, entre otros elementos.
Funciones
Algunas de las funciones más importantes de los sacáridos en los seres vivos son las siguientes:
- fuente de energía: son una de las principales fuentes de energía para los organismos. A través de la glucólisis y otros procesos metabólicos, los sacáridos se descomponen en glucosa, que es utilizada como combustible para producir ATP, la principal molécula de energía utilizada por las células;
- reserva de energía: los organismos almacenan energía en forma de sacáridos para utilizarla cuando sea necesario. En los animales, la glucosa se guarda en forma de glucógeno en el hígado y los músculos. En las plantas, la energía se conserva en forma de almidón en los órganos especializados, como las semillas y los tubérculos;
- estructura y soporte: los sacáridos pueden desempeñar un papel importante en la estructura y soporte de los organismos. Por ejemplo, la celulosa es un polisacárido que forma la pared celular de las plantas, proporcionando resistencia y rigidez. La quitina, otro polisacárido, es el principal componente del exoesqueleto de los artrópodos, como insectos y crustáceos;
- reconocimiento celular: los sacáridos también juegan un papel fundamental en el reconocimiento celular y en las interacciones entre células. Los oligosacáridos y los glucolípidos presentes en la superficie de las células actúan como señales de reconocimiento y desempeñan funciones en la comunicación celular, adhesión celular y reconocimiento inmunológico.
Clasificación
Los sacáridos se clasifican en diferentes categorías según su estructura química y composición. Veamos los cuatro tipos principales, tomando como referencia la cantidad de unidades de azúcar y las características estructurales de las moléculas:
- monosacáridos: son los carbohidratos más simples y no se pueden descomponer en unidades más pequeñas por hidrólisis. Los monosacáridos constan de una sola unidad de azúcar. Algunos ejemplos de monosacáridos son la glucosa, la fructosa y la galactosa;
- disacáridos: son carbohidratos formados por la unión de dos monosacáridos mediante un enlace glucosídico. Los disacáridos son moléculas más grandes y comunes. Algunos ejemplos de disacáridos son la sacarosa (glucosa + fructosa), la lactosa (glucosa + galactosa) y la maltosa (glucosa + glucosa);
- oligosacáridos: son cadenas cortas de monosacáridos unidos por enlaces glucosídicos. A diferencia de los disacáridos, los oligosacáridos pueden contener más de dos unidades de azúcar, generalmente de tres a nueve. Se encuentran en varias funciones biológicas, como el reconocimiento celular y la respuesta inmunológica;
- polisacáridos: son carbohidratos formados por la unión de muchos monosacáridos. Son macromoléculas y pueden estar compuestos por cientos o miles de unidades de azúcar. Ejemplos de polisacáridos son el almidón, la celulosa, el glucógeno y la quitina. Estos desempeñan funciones importantes en el almacenamiento de energía, la estructura celular y el soporte estructural en organismos.
Etimología
Sacárido es un término que proviene del francés saccharide, a su vez derivado del latín sacchărum (traducible como «azúcar»).
Este vocablo latino, en tanto, procede del griego sákcharon, que tiene el mismo significado. El término fue acuñado en el siglo XIX por el químico alemán Emil Fischer para referirse a los carbohidratos o glúcidos, que son compuestos orgánicos que contienen carbono, hidrógeno y oxígeno en una proporción similar a la del agua (CH2O)n, donde n representa el número de átomos de carbono.
Con respecto al sufijo -ido, se utiliza en química para indicar que se trata de un compuesto orgánico. Es importante mencionar que la palabra sacáridos se utiliza principalmente en el ámbito científico y técnico, mientras que en el lenguaje cotidiano es más común referirse a estos compuestos simplemente como «azúcares».