El seguro social es un programa que financia o administra el gobierno para satisfacer las necesidades básicas de las personas sin recursos. Por lo general suelen estar dirigidos a quienes viven en condiciones de pobreza, a los discapacitados, a las familias numerosas y a los ancianos.
El primer paso para conocer con precisión el significado del concepto es establecer el origen etimológico del mismo. En concreto, podemos determinar que la primera palabra que le da forma, seguro, proviene del latín y más exactamente del vocablo securus que puede traducirse como «tranquilo». Se trata de un adjetivo fruto de la suma del prefijo se– y del sustantivo cura que es sinónimo de «cuidado o preocupación». La segunda palabra de este término, social, también tiene su origen etimológico en el latín. En su caso procede del nombre socius que puede determinarse que significa «compañero».
Origen del seguro social
La noción de seguridad social nace en Alemania, cuando el canciller Otto von Bismarck impulsó la Ley del Seguro de Enfermedad en 1883. En Estados Unidos, el concepto comenzó a popularizarse con la Social Security Act de 1935.
De acuerdo a la definición aportada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la seguridad social es la protección que la sociedad brinda a todos sus integrantes, a través de distintas medidas públicas.
El rol del Estado
Los beneficios de la seguridad social tienen carácter de integrales e irrenunciables. El Estado está obligado a conceder estos beneficios y no puede dejar librada la atención a los emprendimientos privados.
En otras palabras, el Estado debe promover el sistema de ayuda mutua obligatoria que ofrezca cobertura a los ciudadanos ante distintas situaciones, como la pérdida de la capacidad laboral o la imposibilidad de generar ingresos que permitan satisfacer sus necesidades básicas.
El seguro social en España
En el caso de España el régimen de la seguridad social tiene su origen en el año 1883, está regulado en la actualidad por el artículo 41 de la Constitución y se divide a su vez en dos sub-regímenes. Así, en primer lugar nos encontramos con el general gracias al cual se consigue proteger, ayudar y amparar a colectivos tales como los profesionales de la hostelería, los empleados del hogar, los trabajadores del sector agrario o diversos empleados fijos discontinuos.
En segundo lugar se encuentra una red de diversos regímenes especiales que son los encargados de ayudar y amparar a profesionales que, por su lugar de trabajo o por las condiciones en las que desarrollan su actividad, necesiten un respaldo más específico. Entre estos se encontrarían los funcionarios de tipo civil, los trabajadores autónomos o por cuenta propia, y los empleados que tengan como ámbito de trabajo el mar.
La finalidad de la asistencia
La función del seguro social, por lo general, es resguardar a las personas de los imprevistos del trabajo y de los eventos naturales como nacimientos, enfermedades, muerte u otros. Los beneficios pueden ser prestados directamente por el Estado o comprometiendo para esto a la sociedad en general.
Cabe destacar que se conoce como cargas sociales a los sucesos que generan necesidades económicas que requieren atención por la pérdida del trabajo o por el surgimiento de gastos adicionales.