El vocablo griego synaireîn, traducible como “tomar en conjunto”, derivó en synaíresis, que llegó al latín tardío como synaerĕsis. A nuestro idioma la idea arribó como sinéresis.
Fusión de sílabas
En el terreno de la métrica, la sinéresis consiste en juntar en una misma sílaba vocales adyacentes cuya pronunciación habitual se realiza en sílabas diferentes. Se trata de un recurso que suele utilizarse para adaptarse al número de sílabas que se necesitan en la construcción de un verso.
Con la sinéresis, se logra la integración de las vocales de un hiato en una misma sílaba. Tomemos el caso de la palabra “paraíso”. Si recurrimos al método ordinario para separar el término en sílabas, obtendremos el siguiente resultado: pa-ra-í-so (cuatro sílabas). Apelando a la sinéresis, en cambio, podríamos generar tres sílabas: pa-raí-so.
Veamos el caso de “arqueólogo”. Esta palabra esdrújula se separa del siguiente modo: ar-que-ó-lo-go. Mediante la sinéresis, por el contrario, la separación se haría así: ar-queó-lo-go.
Función en la poesía
A menudo encontramos el uso de la sinéresis en la poesía, y esto no se debe a una decisión espontánea o, mucho menos, arbitraria de aprovechar sus efectos, sino a la necesidad de respetar la cantidad de sílabas de la métrica usada. No debemos olvidar que este aspecto de la poesía puede gobernar la estructura de las obras en todos los sentidos, desde el número de versos al de sílabas, así como las características y los tipos de pausas que colaboran con la articulación del poema, ya sea al final de cada estrofa, de cada verso o dentro de éstos.
Podemos tomar la obra del poeta español Antonio Machado para ilustrar la sinéresis, usando un verso de La tierra de Alvargonzález, un poema largo en forma de romance, es decir que lo compuso usando octosílabos rimados en asonante (los sonidos vocálicos de las últimas sílabas siempre coinciden) en los versos pares. En «Cae la nieve en remolino», por ejemplo, si bien cae es una palabra compuesta por dos sílabas desde el punto de vista de la ortografía, en este verso se toma como una sola, de manera que el número total del verso sea ocho.
En química
En el ámbito de la química, la sinéresis supone separar las fases que forman parte de una mezcla o una suspensión. Cuando en la leche se diferencian la cuajada y el suero, por ejemplo, ya se produjo la sinéresis.
Puede apreciarse la sinéresis si, en un gel, se extrae el líquido. Esto hace que el gel pierda su homogeneidad y se transforme en una agregación de elementos sólidos que están separados y se hallan en la fase líquida.
En ocasiones la sinéresis es un efecto indeseado. Si se separa el suero lácteo de la cuajada en un yogur, el líquido liberado se acumula en la parte superior. Para evitar este fenómeno es habitual que se utilice gelatina con el objetivo de estabilizar los compuestos y mantener la apariencia y las características del producto.
En la cocina
La sinéresis también se puede apreciar en el ámbito culinario, donde se define como la liberación de la humedad que se contiene en las moléculas de proteína que generalmente se da a causa del calentamiento en exceso, algo que provoca que la capa de proteínas se endurezca demasiado.
Ante la acción del calor, se expande la humedad y se endurecen las cubiertas de proteínas, tras lo cual tiene lugar la explosión de las mismas, y es entonces que se libera la humedad. En el otro extremo se sitúa la denominada imbibición, un proceso por medio del cual un material puede absorber moléculas de agua de su entorno.