Sistema de salud es un concepto que refiere a la estructura existente en un determinado territorio para brindar asistencia sanitaria a la población. Estos sistemas se encargan de prevenir enfermedades y de atender clínicamente a las personas.
Se denomina sistema al módulo ordenado de elementos que interactúan y están interrelacionados. Dichos elementos que forman parte del sistema pueden ser materiales o abstractos.
Salud, por su parte, es el concepto que hace referencia al estado del organismo cuando se encuentra en condiciones de desarrollar sus funciones con normalidad. La idea de salud trasciende a la ausencia de enfermedades y se vincula al completo bienestar físico y psíquico.
Funcionamiento del sistema de salud
Las clínicas, los sanatorios, los hospitales, los médicos y los enfermeros pertenecen al sistema de salud. Existen diversos factores y cuestiones que, si bien no forman parte del sistema de salud, inciden en él, como la alimentación, los servicios educativos y las condiciones de vivienda. Una persona sin acceso a la educación, mal alimentada y que no cuenta con servicios básicos en su hogar requerirá una mayor atención del sistema de salud.
Cabe destacar que el Estado es el principal sostén del sistema de salud y el responsable del funcionamiento de los hospitales públicos y de las campañas de prevención de enfermedades. El sector privado, de todas formas, también puede gestionar centros de salud.
Calidad del servicio
Lo habitual es que los países más ricos cuenten con los sistemas de salud más desarrollados, con prestaciones de avanzada. Por eso, en muchas ocasiones, personas que viven en naciones con un sistema de salud deficiente se ven obligadas a viajar al exterior para recibir atención.
Claro que no siempre la riqueza de un país o su posición en la carrera de los avances tecnológicos tiene un vínculo directo o proporcional con la calidad del servicio de asistencia sanitaria que ofrece a su población. El caso de Estados Unidos es un claro ejemplo de ello, ya que ha desatado diversas controversias y duras comparaciones con países tales como Canadá e Inglaterra, donde la situación es mucho mejor.
Como se menciona anteriormente, la idea de salud no termina en la mera ausencia de enfermedades, sino que describe un conjunto complejo de situaciones, entre las cuales se encuentra un buen sistema de atención sanitaria, que ofrezca a todos los ciudadanos las mismas posibilidades y que se enfoque tanto en la salud física como psíquica de las personas.
Deficiencias del sistema de salud público
Uno de los problemas más comunes en relación al sistema de salud ocurre cuando un país no cuenta con las prestaciones públicas adecuadas y, en cierto modo, obliga a su gente a contratar planes privados. Si una persona no se siente segura a menos que pague todos los meses una cuota para poder recibir asistencia médica, aumentan las presiones laborales, ya que sin trabajo no hay salud.
Por lamentable y difícil de creer que parezca para personas de países avanzados, los hospitales públicos de muchas partes del mundo son sitios en los cuales reinan la hostilidad y la falta de compasión y de preparación. Es común que estos centros muestren cuadros similares a los que se aprecian en escenas de guerra, con decenas de personas agonizando mientras esperan a ser (mal) atendidas por profesionales de cuestionable ética y en consultorios cuya higiene deja mucho que desear.
Es importante señalar que el sistema de salud se convierte muchas veces en un laberinto del cual cuesta salir. En algunos países, las diferentes capas de la atención sanitaria que deben atravesar los pacientes de trastornos tales como el alcoholismo o la drogadicción parecen ir adentrándolos más y más en un ciclo de dependencia, en lugar de ayudarlos a recuperar el control sobre sus propias vidas.