El adjetivo sistémico se utiliza para nombrar a aquello vinculado a la totalidad de un sistema. Los sistemas, en tanto, son conjuntos de elementos ordenados y relacionados entre sí.
La idea de sistémico, en este marco, suele emplearse por oposición a lo local. Es importante no confundir sistémico con sistemático: mientras que lo sistémico se relaciona con todo un sistema, sistemático es aquello que se adapta a un sistema o que se repite con frecuencia.
Lo sistémico en la medicina
En el terreno de la medicina, la noción de sistémico refiere a lo que tiene incidencia sobre el cuerpo entero, y no solo sobre un órgano o una parte. Las enfermedades sistémicas, por lo tanto, afectan al organismo en general: un ejemplo es la gripe.
De igual forma, una infección sistémica se encuentra presente en el torrente sanguíneo. En cambio, una infección localizada solo aqueja a un sector corporal.
Un tipo de enfoque
El enfoque sistémico, por otro lado, es una visión que implica el abordaje de los fenómenos como integrantes de un todo. Esta perspectiva entiende que los elementos no pueden analizarse por separado y sostiene que el conjunto de ellos no es igual a la suma de las partes.
De acuerdo al enfoque sistémico, la interacción entre los elementos genera nuevas realidades que trascienden las cualidades que se obtienen simplemente al sumar los componentes. Esto se puede entender con claridad al pensar en un grupo de seres humanos: conocer las características de cada individuo y sumarlas a una lista no refleja el mismo resultado que agruparlos, hacerlos interactuar durante un tiempo y luego volver a evaluarlos.
A simple vista, podríamos decir que el enfoque sistémico es el «abierto» y el individualismo metodológico (que a veces se menciona como su contrapartida), el «cerrado». Sin embargo, no en todos los casos funciona mejor el primero, de manera que no tienen un valor intrínseco sino que deben juzgarse sus resultados en cada caso particular. El método llamado individualismo metodológico se usa en el ámbito de las ciencias sociales y afirma que cualquier fenómeno se puede explicar partiendo de los elementos individuales que lo componen.
El riesgo sistémico
En el ámbito de las finanzas, por último, se usa la noción de riesgo sistémico. Una posible interpretación de este concepto es la falta de estabilidad de un sistema financiero que surge como resultado de sucesos idiosincráticos o cuestiones referentes a los intermediarios, y que puede acabar en una catástrofe.
Dicho de otra manera, es el riesgo que provocan las interdependencias presentes en un mercado o en un sistema, en las cuales un error causado en un punto dado puede desatar una reacción en cadena capaz de destruir todo el conjunto. Por esta razón se llama «sistémico», porque el efecto de uno de sus elementos puede afectar la estabilidad de todos los demás, de manera que este tipo de riesgo no podría explicarse ni tener lugar si todos se estudiaran por separado.
Una de las características más temidas del riesgo sistémico es la dificultad de preverlo, ya que no basta con analizar cada elemento por separado sino que debemos tener en cuenta sus interdependencias. Además, que uno de ellos atraviese una situación terrible no siempre deriva en que los que se encuentran ligados a él también la sufran, o al menos no en la misma medida. Este grado de complejidad en el seguimiento y el pronóstico hace que cualquier anomalía genere un estado de pánico en el sistema.