Una sociedad de consumo es aquella que se desarrolla cuando existe una oferta muy amplia de productos y servicios, con lo cual resulta posible que una gran cantidad de personas pueda comprar bienes y contratar todo tipo de prestaciones. El concepto está asociado a un cierto estado o etapa del capitalismo.
Antes de avanzar, es importante analizar los términos que forman parte de la expresión. Sociedad, que proviene del latín sociĕtas, alude a un grupo de sujetos que viven en un mismo espacio respetando determinadas reglas. El consumo, en tanto, es el acto y resultado de consumir: gastar, utilizar o extinguir.
En el ámbito específico de la economía, el consumo es la última fase del proceso productivo. Se concreta cuando el consumidor accede al bien o servicio para satisfacer una necesidad o un deseo.
Características de la sociedad de consumo
Puede decirse que la base de una sociedad de consumo es la existencia de una producción masiva que posibilita el consumo también masivo. Más allá de esta cuestión concreta (tiene que existir una cierta oferta de bienes y servicios para que la población tengan la opción de acceder a dichos artículos), la idea se vincula a un tipo de comportamiento de los consumidores y a una determinada organización socioeconómica que es propia del sistema capitalista.
La producción masiva supone la existencia de una oferta de igual condición. La lógica del capitalismo indica que, para que dicha oferta encuentre compradores y así los productores obtengan ganancias, se debe estimular la demanda.
Así surge el consumismo, que aparece cuando la gente tiende a adquirir y acumular bienes que no son necesarios o esenciales. Dicho de una forma simplificada, las empresas producen cosas que los ciudadanos no necesitan, pero que de todas formas desean comprar (consumir) debido a la incidencia de factores sociológicos, emocionales y de otra índole.
Se puede afirmar, pues, que la sociedad de consumo requiere del consumismo. No alcanza con que el modelo productivo permita satisfacer las necesidades básicas, sino que tiene que ofrecer bienes y servicios adicionales de manera masiva.
Argumentos a favor y en contra
La existencia de una sociedad de consumo es valorada de distintas formas de acuerdo al analista. Hay pensadores que resaltan las ventajas de alcanzar ese estado, mientras que otros intelectuales esbozan críticas desde la ética.
Entre quienes enumeran beneficios de la sociedad de consumo, destacan que es el resultado de un nivel de desarrollo elevado, expresado a través del crecimiento del producto interno bruto (PIB). Además mencionan que la sociedad de consumo contribuye a la diversificación de la oferta, llegando a un número creciente de ciudadanos y por lo tanto aportando a la igualdad social.
Son más, sin embargo, los argumentos contrarios a la sociedad de consumo. El más habitual alude a la contradicción existente entre la posibilidad de producir bienes y servicios para cubrir las necesidades elementales de todas las personas y el consumo que concreta una parte de la sociedad centrado en artículos superfluos. Se producen y se compran objetos innecesarios, mientras que hay seres humanos que no pueden cubrir sus necesidades básicas.
Otra contra que se le atribuye a la sociedad de consumo es el daño al medio ambiente. La producción y el consumo en exceso se vincula a un incremento de la generación de residuos y de la contaminación, afectando al planeta en su conjunto.