Sustitución es un término que el diccionario de la Real Academia Española (RAE) también acepta como substitución. El concepto, procedente del vocablo latino substitutio, alude al acto y resultado de sustituir: reemplazar, suplir o cambiar algo.
Se llama importación, en tanto, al producto que ingresa a un país procedente de otro distinto. Las importaciones, de este modo, son materias primas, objetos, etc. que llegan a una región provenientes del extranjero.
Qué es la sustitución de importaciones
Se conoce como sustitución de importaciones al modelo económico que se basa en fomentar la producción local para minimizar lo que se adquiere en el exterior. De esta forma, se busca propiciar el desarrollo económico nacional y reducir la dependencia de otros países.
La sustitución de importaciones, por lo tanto, está asociada directamente a la industrialización. Se entiende que una nación se desarrolla cuando está en condiciones de concretar la transformación de sus materias primas. Así, en lugar de exportar las materias primas e importar los productos industriales, lleva a cabo los procesos y las actividades de la industria en su propio territorio.
Es importante tener en cuenta que las materias primas suelen tener un precio inferior en comparación a los productos industriales. El país que vende materias primas y compra productos industriales, de esta manera, sufre un desequilibrio negativo en la balanza de pagos.
Origen de este modelo
Las guerras mundiales fueron momentos claves en el impulso del modelo de sustitución de importaciones. Esto está vinculado a la falta de disponibilidad de los artículos que producían por entonces las potenciales industriales de Europa, involucradas en los conflictos bélicos.
Por esta razón, los países periféricos se vieron ante la necesidad de producir localmente aquello que ya no podían conseguir en el exterior. Si bien los periodos históricos de las guerras y las posguerras funcionaron como estímulo, la decisión de sustituir importaciones también estuvo relacionada con cuestiones ideológicas y de voluntad política.
Sin embargo, los primeros planes de sustitución de importaciones son mucho más antiguos. En los siglos XVI y XVII, con el auge del mercantilismo, hubo naciones que apuntaron a lograr un saldo favorable en la balanza comercial, limitándose a adquirir en el extranjero solo lo imprescindible.
Políticas asociadas a la sustitución de importaciones
Para favorecer la sustitución de importaciones, los gobiernos pueden aplicar diferentes medidas. Una de las más habituales consiste en establecer aranceles de importación.
También se pueden decretar cuotas máximas para que no sea posible importar ciertos productos sin control. Esta clase de iniciativas pretenden dificultar la importación en sí misma.
De manera simultánea, se busca incentivar la producción interna con exenciones impositivas, subsidios y facilidades para el acceso a líneas crediticias. En definitiva, se trabaja en dos facetas a la vez: se desincentiva la importación y se incentiva la producción.
A nivel general, suele indicarse que la sustitución de importaciones contribuye a la creación de pymes, impulsa el crecimiento del empleo y reduce la dependencia del extranjero. Como aspectos negativos, se incrementan los precios de los productos industriales y suelen surgir oligopolios o monopolios del Estado.