La ultracavitación es una técnica que se utiliza con el objetivo de eliminar grasa corporal. El método forma parte de tratamientos estéticos orientados a modificar el aspecto de las piernas, el abdomen y otras regiones del cuerpo.
La ultracavitación consiste en la utilización de ultrasonido para romper los adipocitos (células grasas). Esta acción consigue que los ácidos grasos se liberen en la sangre, recorriendo el cuerpo a través de las arterias y las venas. Dichas sustancias finalmente son eliminadas del organismo a través de la orina.
Riesgos de la ultracavitación
Debido a estas características, la ultracavitación implica diversos riesgos para la salud. Es indispensable que el paciente cuente con un funcionamiento óptimo de los riñones y del hígado para que la liberación de la grasa sea efectiva. Quienes tienen diabetes o presentan un nivel elevado de colesterol tampoco deben someterse a la ultracavitación debido a esta liberación de ácidos grasos en el organismo.
Las embarazadas, por su parte, tienen que evitar la ultracavitación ya que el ultrasonido puede causar daños al bebé que se está gestando. Las mujeres que se encuentran en la época de lactancia no deben apelar a esta técnica porque los ácidos grasos que se liberan en la sangre pueden llegar al niño a través de la leche materna.
Las personas que gozan de un buen estado de salud y que no ingresan en los grupos mencionados anteriormente también tienen que tomar recaudos. Es importante que beban grandes cantidades de agua antes y después de la sesión de ultracavitación para lograr la eliminación de los residuos mediante la orina.
Los especialistas recomiendan que, antes de someterse a la ultracavitación, el interesado realice una consulta a su médico de confianza para que le indique qué estudios previos debería realizarse para minimizar los riesgos. Los nutricionistas, por otro lado, advierten que la ultracavitación sólo puede llegar a funcionar en el corto plazo y por poco tiempo, ya que no ataca las causas que originan la acumulación excesiva de grasa y el sobrepeso.
Sus beneficios
Aplicar la ultracavitación, de todos modos, no acarrea mayores complicaciones y, por otro lado, los riesgos no son muchos. Todo esto lo vuelve un procedimiento atractivo para muchas personas. Además, los beneficios que ofrece son numerosos, especialmente para quienes no han dedicado el suficiente tiempo y esfuerzo a ejercitar sus cuerpos y se encuentran de pronto con ciertas zonas de grasa difíciles de eliminar.
Veamos a continuación algunos de los beneficios de la ultracavitación:
- Puede ayudar a reducir la celulitis hasta un 80%.
- Los pacientes pueden escoger qué zonas tratar, y este es uno de los puntos que vuelven la ultracavitación tan atractiva frente a otras técnicas.
- Consigue reducir la piel de naranja, una condición que afecta a muchísimas personas y les impide disfrutar de su cuerpo.
- Ayuda a reafirmar el tejido, algo muy tentador para los pacientes de cierta edad.
- Los cambios pueden notarse desde la primera sesión:
- La zona del tratamiento se mantiene libre de grasa:
- La aplicación de la ultracavitación es absolutamente indolora:
- No acarrea efectos secundarios importantes.
Consejos vinculados a la ultracavitación
Retomando el tema de los riesgos, la ultracavitación es bastante segura pero eso no significa que no debamos tomar recaudos. En párrafos anteriores se mencionan algunas de las indicaciones más comunes, y la más importante es dirigirse a un especialista para saber si el tratamiento es adecuado para nuestro organismo. Por otro lado, no se aconseja realizar más de una sesión a la semana, ni someter las zonas afectadas a más de 20 minutos de ondas ultrasónicas.
Dado que la ciencia tiene sus límites y que cada paciente presenta características físicas diferentes, se recomienda complementar la ultracavitación con una dieta sana y con una buena dosis de ejercicio a la semana, siempre recordando mantener el cuerpo hidratado.