Se conoce como barman al sujeto que se dedica a preparar y servir bebidas en un bar o en otro establecimiento similar. Por lo general trabaja en la barra del lugar (la expresión inglesa barman puede traducirse como “hombre de la barra”) y se especializa en la combinación de diferentes bebidas alcohólicas para elaborar cócteles.
Un barman debe conocer los ingredientes de los cócteles tradicionales y además, al tener nociones sobre el sabor y la graduación alcohólica de las diferentes bebidas, puede crear sus propios cócteles. Muchas veces también sabe cómo preparar diferentes clases de cafés, aunque el experto en café es el barista.
De manera similar, el barman puede tener conocimientos sobre vinos, pese a que el especialista en esta clase de bebidas es el sumiller o somellier.
La función y la importancia del barman dependen de cada establecimiento. En algunos bares, actúa como el encargado del sitio, de forma que debe llevar las cuentas de los clientes (determinar cuándo deben abonar sus consumiciones) y controlar la conducta de los parroquianos para evitar incidentes.
También hay bares que tienen a su barman como atractivo principal ya que, además de servir y preparar las bebidas, este experto realiza una especie de show mientras desarrolla su tarea. De este modo, es habitual que los bármanes lancen las botellas al aire y luego las recojan, o que bailen mientras sirven los cócteles.
Sobre el término barman, la Real Academia Española (RAE) indica que su plural es bármanes y sugiere utilizarlo sin variación en cuanto al género. Por lo tanto, si una mujer se dedica a esta tarea, debe hablarse de “la barman”.
Para muchos adolescentes, convertirse en barman puede resultar un sueño, ya que es uno de los primeros puestos de trabajo que conocen cuando comienzan a «dejar el nido». Si bien puede ser una ocupación divertida y con ingresos monetarios bastante elevados, no es para cualquier persona. En primer lugar, los horarios son bastante duros, ya que generalmente los bármanes trabajan por la noche; además, es necesario estar preparado para lidiar con clientes agresivos y groseros, al menos después de unas horas de consumir alcohol y otras sustancias.
Antes de llegar a todo eso, sin embargo, el requisito número uno es la edad: este puesto de trabajo exige haber cumplido la mayoría de edad, la cual en algunos países comienza a los 18, mientras que en otros, a los 21. Por otro lado, en algunos establecimientos se pide un título de barman, el cual puede obtenerse a través de un curso oficial, el cual varía según el país.
Como se menciona anteriormente, el trabajo de barman exige tratar con clientes muy particulares, o al menos en estados que pueden dificultar el correcto desempeño de las tareas. Si bien el grado de seguridad y las restricciones con respecto al comportamiento dependen en gran parte de la organización, por lo cual no en todos los bares pueden desatarse momentos de violencia, el consumo de alcohol es una constante y puede acarrear diversos problemas para quien lo sirve.
Además de la conducta de los clientes ebrios, el barman debe estar preparado para identificar documentos falsos presentados por menores de edad que intentan hacerse pasar por adultos para consumir alcohol, y también para asistir a cualquier persona que sufra una recaída, mientras llega la ayuda médica.
Con respecto a la preparación de las bebidas, la práctica es el mejor camino para conseguir la confianza en uno mismo y evitar los típicos accidentes de los principiantes. Es importante no dejarse bloquear por la vergüenza que estos últimos puedan causarnos, sino seguir intentándolo pensando en que algún día dominaremos la técnica.
