Científico es un adjetivo procedente del latín scientifĭcus que permite nombrar a aquello perteneciente o relativo a la ciencia. Este último término, que proviene de scientia («conocimiento»), se refiere al conjunto de métodos y técnicas que organizan la información adquirida mediante la experiencia o la introspección.
La aplicación sistemática de los mencionados métodos y técnicas permite la producción de conocimiento científico, que es información concreta y comprobable. En este caso, el adjetivo científico está vinculado a la precisión y objetividad implícitas en la metodología de la ciencia.
Características del científico
La acepción más habitual del término indica que un científico es una persona que se dedica a las ciencias. Existen numerosas profesiones cuyo ejercicio convierte al sujeto en científico, aunque, por lo general, se asocia al término a las ciencias que se desarrollan en laboratorios.
De todas formas, los antropólogos, los biólogos, los físicos, los paleontólogos, los politicólogos, los químicos y los sociólogos, entre muchos otros, son científicos.
Un científico es un investigador. Puede desarrollar experimentos para comprobar o refutar una hipótesis, siguiendo siempre el método científico. Los datos que obtiene en sus análisis, estudios o ensayos luego son plasmados en una publicación (como un artículo científico en una revista académica) para que el resto de la comunidad científica y la población en general pueda apreciar los resultados de su trabajo.
Con su trabajo, los científicos aportan evidencias o pruebas que permiten construir conocimiento. Sin embargo, ninguna conclusión es definitiva, ya que el propio avance de la ciencia puede demostrar, con los años, que un conocimiento no era válido o resultaba erróneo.
Los científicos necesitan contar con el apoyo del Estado para desarrollar su labor. El financiamiento de los proyectos es clave: si bien el sector privado también es importante, sin subvención o inversión estatal es difícil que la ciencia prospere y se logre una innovación. No hay que olvidar que los científicos están en formación permanente ya que nunca dejan de estudiar. Incluso quienes alcanzan un postdoctorado siguen aprendiendo en congresos y seminarios y a través de su experiencia investigativa.
Debe considerarse que la actividad del científico, muchas veces, es cuestionada desde el punto de vista moral. Un científico que utiliza su conocimiento para inventar un arma, por ejemplo, no está contribuyendo al desarrollo social, más allá de que el conocimiento concreto no sea dañino por sí mismo.
Albert Einstein, un referente
Muchos son los científicos que se han convertido en figuras claves de la historia gracias a las aportaciones, teorías o descubrimientos que han llevado a cabo en distintas áreas o disciplinas. Este sería el caso, por ejemplo, del alemán Albert Einstein (14 de marzo de 1879 – 18 de abril de 1955), quien está considerado por la gran mayoría como el científico más importante del siglo XX.
Esa consideración o catalogación proviene del hecho de que planteó la teoría de la relatividad general, que supuso una auténtica revolución acerca del concepto de gravedad. Un hecho que, a su vez, trajo consigo que se creara una nueva rama científica dentro del ámbito de la física: la cosmología, que se encarga de estudiar y analizar la evolución del universo.
Todo ello sin olvidar tampoco que Einstein llevó a cabo el planteamiento de otras cuestiones que incluso le llevaron a obtener el Premio Nobel de Física en 1921. Nos estamos refiriendo a sus aportaciones al campo de la física teórica y a sus ideas acerca del efecto fotoeléctrico.
Ejemplos de científico
De la misma forma tampoco podemos pasar por alto a otros científicos que, por sus trabajos, se han ubicado entre los más importantes e influyentes de todos los tiempos. Entre los mismos se encuentran figuras de la talla del físico y cosmólogo Stephen Hawking; Isaac Newton, quien sentó las pilares de la mecánica clásica; Charles Darwin, célebre por su teoría sobre la evolución de las especies; Thomas Edison, que es el padre de la bombilla; y Marie Curie, por su descubrimiento de la radioactividad.
Existen varias distinciones para reconocer a los científicos más destacados del mundo. La más importante a nivel global es el ya mencionado Premio Nobel, que se entrega desde 1901 por voluntad del inventor de la dinamita, el sueco Alfred Nobel.
Los Nobel distinguen a las personalidades más destacadas de la física, la química, la medicina, la economía y la literatura, además de reconocer a aquellos activistas que trabajaron por la paz.
Si pensamos en el Premio Nobel de Fisiología o Medicina, por mencionar un caso, en 2024 fue otorgado a los estadounidenses Victor R. Ambros y Gary Ruvkun por sus aportes sobre el microARN o miARN. Estos expertos en biología lograron explicar su relevancia en la regulación postranscripcional de los genes.
Esa misma distinción fue concedida, desde 1901 en adelante, a científicos que ayudaron a entender desde enfermedades como la malaria y la tuberculosis hasta el funcionamiento del sistema nervioso, la fisiología de la glándula tiroides y el mecanismo del electrocardiograma, entre muchas otras cuestiones.