Un aforismo es una expresión de escasa longitud que, en un determinado contexto, se presenta a sí misma como un principio o una regla. Es interesante mencionar que un vocablo griego derivó en el término latino aphorismus, que a su vez llegó al castellano como aforismo.
Los aforismos, por lo tanto, son proposiciones que buscan pronunciar algo con coherencia y de forma concisa. La noción fue propuesta por Hipócrates respecto a las sentencias que se empleaban para nombrar los síntomas de las enfermedades y para diagnosticarlas. A partir de este uso, la idea se extendió a otras ciencias.
Diversos conceptos relacionados
Es común que los aforismos se confundan con los refranes, los proverbios, los axiomas, las máximas y los adagios, entre otro tipo de expresiones. En muchos casos, estas palabras se utilizan como sinónimos.
Precisamente, hay mucha gente que llega a confundir lo que es el aforismo con el axioma. Sin embargo, hay que exponer que son diferentes, no son sinónimos. En concreto, podemos determinar que, mientras que el aforismo es fruto o resultado de la experiencia, el axioma no. Este viene a ser una verdad tan clara y tan obvia que no necesita que se lleve a cabo ninguna comprobación de la misma.
También se consideran sinónimos del aforismo tanto el apotegma, que es el dicho realizado por algún personaje famoso y que se caracteriza por ser breve y directo, como la sentencia, una manifestación o decisión que tiene una opinión acerca de un asunto o cuestión en concreto.
A nivel general, como ya indicamos, puede decirse que un aforismo surge de la experiencia. Por eso suelen emplearse en ámbitos donde no se aplica el método científico. Con el tiempo, los aforismos se convirtieron en una especie de género o formato literario, muchas veces con intención poética.
Hay quienes sostienen que los aforismos resurgieron gracias a Twitter y a otras redes sociales que impulsan la publicación de textos breves. De esta manera, se multiplica la cantidad de personas escribiendo sus pensamientos en pocas líneas.
Ejemplos de aforismo
Un ejemplo de aforismo es “Lo que no mata, fortalece”, que también puede encontrarse como “Lo que no te mate, te fortalece” o “Lo que no me mata, me fortalece”. Este aforismo intenta transmitir un mensaje de esperanza, destacando la posibilidad de salir fortalecido de una situación que produce un daño.
Entre la larga lista de aforismos existentes, se encuentran algunos que han conseguido una gran fama internacional gracias a que fueron manifestados por personajes ilustres, tales como escritores o políticos. Entre los más significativos se hallan los siguientes:
- “El tiempo perdido nunca se vuelve a encontrar” (Benjamin Franklin).
- “La duda es uno de los nombres de la inteligencia” (Jorge Luis Borges).
- “El futuro nos tortura, el pasado nos encadena. He aquí por qué se nos escapa el presente” (Gustave Flaubert).
- “La verdad no está de parte de quien grite más” (Rabindranath Tagore).
- “Los hechos no dejan de existir porque sean ignorados” (T. Huxley).
- “Las mentiras más crueles son dichas en silencio” (Robert Louis Stevenson).
- “Mientras los necios deciden, los inteligentes deliberan” (Plutarco).