Aglomerado es un término procedente del verbo aglomerar, que alude a reunir elementos o trozos. La noción se vincula a diferentes cuestiones, siempre partiendo de este significado general relacionado a la acción de aglomerar.
Un aglomerado, en este marco, puede ser la roca que se compone de fragmentos de lava solidificada o de otras rocas. Un proceso de solidificación y de aglomeración permite el desarrollo de estos aglomerados tras una expulsión volcánica.
El aglomerado como tabla de madera
Se conoce como aglomerado a la tabla de madera que se forma a partir de la unión de virutas con cola. El procedimiento para fabricar estas planchas tiene diferentes características, dependiendo del tamaño de las virutas o de los fragmentos y del tipo de pegamento utilizados. Lo habitual es que se trabaje con maderas de poca dureza debido a que, de este modo, el prensado es más sencillo.
La poca dureza de la madera deriva en que los aglomerados no tengan demasiada resistencia. La humedad, por otra parte, puede deformar las planchas ya que provoca una dilatación del material. Esto hace que la madera aglomerada tenga usos limitados.
Unión de las virutas
Las partículas de estas tablas de madera poseen formas y tamaños muy variados, y por eso es necesario que el proceso de aglomeración se realice con un material lo suficientemente fuerte y con las propiedades adecuadas para ofrecer un resultado sólido y resistente.
Además de la cola, también puede utilizarse resina, entre otros tipos de pegamento, para unir todos los trozos de madera; seguidamente, es necesario someter la plancha a una temperatura y una presión determinadas, para conseguir la forma y la consistencia deseadas. Con respecto al carácter ecológico del aglomerado, varía según el origen de las partículas y de la clase de pegamento, con lo cual es imposible emitir un juicio general.
Propiedades del aglomerado
Una de las características más evidentes del aglomerado es su precio, ya que se trata del tipo de tablones de madera más barato del mercado. La razón de su ventaja a nivel económico es evidente: se construye con los restos de planchas de madera natural, como ser los residuos de los aserraderos o de las talas.
Dado que las planchas de aglomerado están formadas por virutas de madera, la consistencia nunca es absolutamente densa, sino que presenta poros e irregularidades. Por esta razón es común que las revistan con láminas de ciertos materiales o que les apliquen algún proceso que alise una o más de sus caras, para volverlas útiles en la fabricación de muebles, por ejemplo.
Clasificación según el tipo
Entre los tipos de aglomerado más comunes se encuentra el tablero DM, una sigla que significa densidad media. Se trata de un tablero formado por partículas medianas que han sido sometidas a un proceso de prensado en seco; presentan una gran uniformidad y son muy fáciles de manipular, ideales para el lacado y resistentes a los cambios de temperatura.
Por otro lado se encuentra el aglomerado plastificado, el cual consta de tres capas y presenta un recubrimiento de melamina, ya sea con motivos que imiten la madera o bien con colores lisos, entre otras posibilidades. La melamina es un plástico con propiedades muy beneficiosas, como ser la resistencia a las marcas, la erosión, los agentes químicos y la humedad.
El aglomerado asfáltico, por otra parte, es la mezcla de distintos minerales y de asfalto, que se compacta y se utiliza para pavimentar calles, carreteras y otras superficies. Esta mezcla, también conocida como mezcla asfáltica y como hormigón asfáltico, resulta impermeable y tiene una buena resistencia.
El aglomerado azul, por último, es el nombre que reciben los cúmulos de estrellas que se encuentran fuera de una galaxia. Estos aglomerados se crean a partir de los choques de gases, que generan turbulencias.