El análisis del discurso es la actividad que consiste en investigar cómo se emplea la lengua en situaciones comunicativas específicas. Su objetivo de estudio es el conjunto de los enunciados de una comunidad.
Cabe destacar que la idea de análisis refiere a un examen pormenorizado de algo. Un discurso, en tanto, es una serie de términos y expresiones que permiten manifestar aquello que se siente o se piensa. En el campo de la lingüística, el discurso es el lenguaje que está en acción.
Puede considerarse el análisis del discurso como una práctica o una disciplina que se originó en el marco de la lingüística pero que actualmente recurre a conocimientos de diversas ciencias y campos del saber.
Historia del análisis del discurso
La historia del análisis del discurso comienza en la década de 1950 gracias al trabajo del lingüista Zellig Harris (1909–1992). Este experto se propuso estudiar unidades que son superiores a la oración, apelando a principios y técnicas de la gramática estructuralista.
De este modo, la innovación de Harris fue ir más allá de la oración, centrándose en lo que se conoce como enunciado. Por otro lado, Harris se concentró en usos concretos de la lengua: esto quiere decir que la lengua dejó de considerarse de una manera abstracta.
Debido a estas cuestiones, suele señalarse que este lingüista estadounidense estableció una nueva unidad de análisis e impulsó un cambio metodológico, dando nacimiento al análisis del discurso tal como se lo entiende en la actualidad.
No se puede dejar de mencionar que el análisis del discurso es interdisciplinario, con lo cual en su origen convergen diversas corrientes. Asimismo no existe un punto de partida específico, más allá de la relevancia que se le reconoce a Harris.
Sí puede afirmarse que el análisis del discurso se consolidó como una disciplina independiente a partir de los años ’60 y hoy está presente en la semiología o semiótica, las ciencias de la comunicación, la sociología, la filosofía, la psicología social y la antropología, por ejemplo.
Su objeto de estudio
Los preceptos del análisis del discurso se aplican cuando se lleva a cabo un estudio sistemático de enunciados audiovisuales, orales o escritos en situaciones determinadas. Por lo tanto, lo que se analiza es la utilización de la lengua en un contexto.
En este marco, es importante indicar que el neerlandés Teun van Dijk hizo referencia a las llamadas huellas del contexto. Se trata de indicios que, distribuidos en los diversos niveles discursivos, revelan rasgos sociales de los hablantes.
Un discurso, en definitiva, es una construcción que se erige con el uso contextualizado de la lengua. No solo se constituye como un reflejo de la sociedad, sino que además contribuye a la comprensión de los vínculos que se establecen en esa misma comunidad.
Así, el análisis del discurso observa las formas y las actuaciones lingüísticas junto con los factores contextuales. Ese conjunto de variables definen la función y el sentido del discurso, que además se combina con elementos extralingüísticos y paralingüísticos.
Aspectos del análisis del discurso
El análisis del discurso inspecciona numerosos aspectos. Se tienen en cuenta la sintaxis, la semántica, la pragmática y los vínculos de los diferentes constituyentes discursivos con el contexto, entre otros elementos.
De esta manera, se analiza desde la estructura que presentan las oraciones a nivel formal hasta los actos de habla, pasando por los marcos de referencia y los recursos que posibilitan la construcción de sentido.
No debe olvidarse que, en el análisis del discurso, el lenguaje es un evento comunicativo que se concreta en un ámbito social. Es decir que el discurso es el resultado de la unión del lenguaje con la vida social.
Estos discursos están atravesados por la cultura y permiten la transmisión de significados. Tienen una forma específica y un sentido completo. Según su contenido, se puede distinguir entre el discurso político, el discurso social, el discurso religioso y muchos otros.
Una visión crítica
Se conoce como análisis crítico del discurso al enfoque que apunta al descubrimiento de las relaciones de poder entre los hablantes. Esta vertiente presta atención a la inequidad, la asimetría y otros factores que aparecen en las interacciones.
El análisis crítico del discurso se basa en la premisa de que el acceso a los recursos lingüísticos es desigual. Las instituciones se encargan del control de dichos recursos y regulan, a través de diferentes mecanismos, cómo se accede a los mismos y, por consiguiente, el modo en que se construyen los eventos comunicativos.
La aplicación del análisis del discurso
La aplicación del análisis del discurso puede darse en cualquier sector de la sociedad. Muchas veces se produce en la educación para examinar el desarrollo del proceso pedagógico, donde intervienen las disertaciones de los docentes en el aula, los libros de texto, etc.
También se suele analizar el discurso de los medios de comunicación. En este caso, generalmente se pretende conocer los efectos del mismo en la opinión pública.
La política, la propaganda y la publicidad son otros ámbitos en los cuales el análisis del discurso es frecuente.