Azteca es una noción que se utiliza de distintas maneras y suele dar lugar a confusiones. De acuerdo a lo detallado en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el término procede de aztécatl, un concepto de la lengua náhuatl que menciona a los habitantes de Aztlán.
Se llama Aztlán, por otra parte, al sitio mítico que se considera el origen de los aztatecas o mexicas. Hay expertos que sostienen que Aztlán es un modo simbólico de representar a México-Tenochtitlan, la capital del Imperio mexica.
Los aztecas y el Imperio mexica
Más allá de estas diferenciaciones, en el lenguaje coloquial es habitual que azteca y mexica se empleen como sinónimos. Así se hace referencia a la civilización precolombina que fundó México-Tenochtitlan y que llegó a convertirse en uno de los Estados con mayor desarrollo territorial en el continente americano.
Otros nombres por los que se conoce el Imperio azteca son Imperio tenochca y Triple Alianza. En términos más específicos, se considera una entidad de control que abarcaba los ámbitos de la economía, la política y el territorio, y existió a lo largo del período Posclásico Tardío (la etapa final de desarrollo de los nativos antes de la llegada de los españoles) en el centro de Mesoamérica.
El nombre Triple Alianza surgió a raíz de que el imperio estuviese formado por tres sitios desde los cuales se enviaran las órdenes a todo el territorio, y los mismos eran México-Tenochtitlan, Tlacopan y Texcoco. La historia nos cuenta que la mayoría de los territorios que rendían cuentas a los altépetl eran propiedad de los aztecas.
Una cultura desarrollada
Es de público conocimiento que los aztecas se destacaron en muchas áreas del conocimiento, tales como las siguientes: el desarrollo metalúrgico; la explotación de maíz, calabaza y otros cultivos; el uso de un sistema métrico propio y de una escritura basada en pictogramas; la utilización de vestimentas confeccionadas con plumas, entre otras características.
Hoy en día es posible apreciar numerosos vestigios de la cultura azteca. El Templo Mayor y las zonas arqueológicas de Texcotzingo y Mixcoac son algunos de estos testimonios.
Con respecto a la estructura de su dominio, tanto los aztecas como sus aliados se impusieron ante muchos pueblos, fundamentalmente en la zona central de México, la costa del golfo y la región de Guerrero, además de ciertas partes de Oaxaca. Como si esto fuera poco, contaban con diversos enclaves en lugares estratégicos de Tabasco y también tenían bajo su dominio la ruta que conecta la región del Xoconochco y el corazón de Mesoamérica. La tributación fue el medio principal que sirvió a los aztecas para expandir su control económico de forma considerable.
A comienzos del siglo XVI, los aztecas eran la civilización más poderosa de Mesoamérica. La mayoría de los pueblos de la región, de hecho, se encontraban sometidos al dominio azteca. La invasión española tras el arribo de Cristóbal Colón al continente fue resistida por los aztecas, aunque México-Tenochtitlan finalmente cayó en 1521 en manos de Hernán Cortés.
Estadio Azteca
En Ciudad de México se encuentra el Estadio Azteca, donde se celebran encuentros deportivos de gran importancia a nivel internacional, con una capacidad ronda los 87.000 espectadores; su tamaño lo ubica en el segundo puesto dentro del continente americano y en el octavo de todo el mundo.
Su diseño estuvo a cargo de los arquitectos Rafael Mijares Alcérreca y Pedro Ramírez Vázquez y el trabajo de construcción comenzó en 1962 para contar con una sede en la cual se pudiese jugar la Copa Mundial del 70. En la actualidad, en el estadio es posible disfrutar de espectáculos de todo tipo, como ser los recitales y las entregas de premios.
Cabe destacar, por otro lado, que actualmente suele usarse el adjetivo azteca como equivalente a mexicano. Por ejemplo: “El delantero azteca Chicharito Hernández anotó dos goles en el triunfo de su equipo”.