Un biodiésel es un biocombustible que se emplea como reemplazo del diésel, un combustible también conocido como gasóleo o gasoil. Se trata de una sustancia que se produce mediante grasas animales o aceites de origen vegetal que son sometidos a distintos procesos industriales.
El biodiésel suele ser mezclado con el diésel que procede del petróleo. Dicha combinación puede realizarse en distintas cantidades. El B100 es el biodiésel puro (o 100% biodiésel). En cambio, según el porcentaje de biodiésel en la mezcla, puede hablarse de B50, B15, etc.
Ventajas del biodiésel
Dado que el biodiésel es menos contaminante que los que surgen del petróleo, existen muchas campañas que recomiendan su uso para la alimentación de diversos tipos de motores, entre los cuales sobresalen los de automóviles.
Además los combustibles procedentes de hidrocarburos no son renovables: es decir, pueden agotarse. En cambio, el biodiésel fabricado con aceites vegetales puede renovarse a través de nuevas plantaciones.
Sus desventajas
De todas maneras, el incremento del uso de biodiésel también genera situaciones conflictivas. Cuando las tierras se destinan a cultivar las plantas que permiten obtener este biocombustible, suelen desarrollarse procesos de deforestación.
Por otra parte, el reemplazo de los cultivos con fines alimentarios hace que el precio de los alimentos se incremente, ya que hay menos oferta.
Compatibilidad del biodiésel con distintos materiales
Respecto a la compatibilidad del biodiésel con distintos materiales, puede mencionarse que esta sustancia genera la descomposición del caucho natural y afecta a los productos hechos con cobre, hierro fundido, plomo, estaño y zinc.
En cambio, es compatible con el aluminio, el acero inoxidable y el polietileno de alta densidad.
Producción casera
Desde hace años, muchas personas han optado por preparar este tipo de combustible en sus hogares, en un intento de aprovechar al máximo sus recursos y ahorrar dinero. El procedimiento es de relativa sencillez, aunque cabe aclarar que la dificultad principal reside en conseguir un volumen de biodiésel que nos permita hacer un uso normal de nuestro vehículo.
Antes de comenzar, es importante tomar ciertos recaudos:
- Dado que el metano posee un alto nivel de toxicidad, el cual nos puede afectar tanto al tocarlo como al aspirarlo, es necesario usar una máscara, gafas, guantes y un delantal en todo momento.
- Proteger la piel del contacto con el hidróxido de sodio, ya que es peligrosamente corrosivo y puede generarnos quemaduras. A lo largo del proceso de fabricación de biodiésel, se combina con metanol y forma metóxido de sodio, otra sustancia corrosiva.
- Para reducir al mínimo la concentración de vapores tóxicos, debemos trabajar en un sitio adecuadamente ventilado.
- Tener un grifo de agua a mano es otra necesidad, para poder lavar la piel correctamente en caso de entrar en contacto con algún producto químico.
- Otro punto que deberíamos priorizar es la protección de los menores y de los animales. Para evitar accidentes, se recomienda no permitirles el acceso al lugar de trabajo.
Los materiales necesarios son: aceite vegetal (nuevo o usado); metanol (también denominado alcohol metílico); hidróxido de sodio; recipiente de vidrio; termómetro; embudo; y botellas de plástico.
Veamos los pasos para elaborar biodiésel casero:
- Verter 250 ml de metanol en el recipiente de vidrio, junto con una cucharada y media de hidróxido de sodio.
- Tapar y agitar hasta que el hidróxido de sodio se haya disuelto (la tapa no debe ser de aluminio).
- Agregar 4 tazas de aceite y calentar a 60°C.
- Con ayuda del embudo, verter el aceite y la mezcla anterior en una botella.
- Tapar y agitar con fuerza durante 20 segundos.
Se aconseja esperar unos días antes de usar el biodiésel casero, especialmente hasta que se haya asentado la glicerina, fenómeno que puede advertirse a medida que el color se vuelve más claro.