La cetona es un compuesto orgánico que dispone de un grupo carbonilo. Para comprender a qué alude el término, por lo tanto, debemos entender las nociones de compuesto orgánico y grupo carbonilo.
Un compuesto orgánico es una sustancia que tiene carbono y forma enlaces carbono-hidrógeno o carbono-carbono. Un grupo carbonilo, por su parte, es un radical (una cierta agrupación de átomos) que se forma con un átomo de carbono que está unido a un átomo de oxígeno mediante un doble enlace.
Qué es la cetona
En el caso específico de la cetona, se trata de un compuesto orgánico que presenta un grupo carbonilo enlazado a dos átomos de carbono. Si en el compuesto el grupo carbonilo es el más importante, la denominación de la cetona se genera añadiendo al hidrocarburo el sufijo -ona o mencionando a los radicales con el término «cetona» al final. Si el grupo carbonilo no es el principal, entonces se emplea el prefijo oxo-.
Las cetonas pueden oxidarse solamente con oxidantes fuertes, produciendo ácidos que tienen un número menor de átomos de carbono. Ante una reacción de reducción, las cetonas generan alcoholes secundarios. Cabe destacar que las reacciones de las cetonas y los aldehídos pueden ser de reducción, oxidación o adición nucleofílica.
Clasificación según el tipo
En comparación con los aldehídos, estos compuesto orgánicos resultan menos reactivos. Las cetonas, por otra parte, no reaccionan con los reactivos de Schiff, Fehling y Tollens.
Es posible distinguir entre las cetonas aromáticas (como las quinonas), las cetonas alifáticas (entre las cuales se diferencian las cetonas simétricas y las cetonas asimétricas) y las cetonas mixtas (como la fenilmetilbutanona).
Cetona de frambuesa
Una de las formas en las que encontramos la cetona en el día a día es a través de la sustancia natural denominada cetona de frambuesa (la cual también se conoce por su nombre en inglés, raspberry ketone). Se suele usar para complementar tratamientos para perder peso, es decir, como suplemento dietético, ya que tiene diversas propiedades que la vuelven ideal para este propósito.
La cetona de frambuesa es un termogénico, o sea que tiene la capacidad de acelerar el metabolismo basal por medio de un aumento de la temperatura del organismo, que consigue quemar las grasas de reserva. El té verde es otro de los productos que entran en esta categoría, aunque la cetona de frambuesa tiene una estructura molecular más adecuada para quemar grasas. Por otro lado, también reduce la sensación de apetito y la necesidad de ingerir alimentos con azúcar.
La validación científica
En el año 2005 se llevó a cabo un estudio científico para verificar la eficacia de la cetona de frambuesa en la lucha contra la obesidad o, mejor dicho, en los tratamientos para bajar de peso que se basan en el uso de suplementos para regular el metabolismo. Los resultados fueron contundentes; revelaron que esta sustancia ayuda a activar la hormona llamada adiponectina, la cual regula en especial el metabolismo de los ácidos grasos que se encuentran en las células de grasa, y la vuelven más abundante en el torrente sanguíneo.
Las evidencias halladas por los científicos se potenciaron cuando un famoso médico norteamericano divulgó a través de su programa de televisión las bondades de la cetona de frambuesa. Y, como suele suceder, un éxito en Estados Unidos es un billete en primera clase para un éxito a nivel mundial.
Muchas personas se preguntan si pueden obtener los mismos beneficios simplemente comiendo frambuesas naturales. La respuesta no da lugar a muchas opciones: para quemar la misma cantidad de grasas que posibilitan 100 mg de cetona de frambuesa deberían comer más de 40 Kg de fruta. Independientemente de que esta cantidad de frambuesa sea imposible de ingerir en un solo día, el valor calórico que supone sería contraproducente.