Cosmovisión es la manera de ver e interpretar el mundo. Se trata del conjunto de creencias que permiten analizar y reconocer la realidad a partir de la propia existencia. Puede hablarse de la cosmovisión de una persona, una cultura, una época, etc.
Por ejemplo: «La cosmovisión azteca era muy compleja e incluía un fluido intercambio entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos», «Los musulmanes más radicalizados tienen una cosmovisión muy distinta a la nuestra, pero eso es difícil entender sus acciones», «Tienes una cosmovisión muy particular que no puedo aceptar».
La etimología de cosmovisión
Antes de entrar de lleno en el análisis del significado del término cosmovisión, es interesante y fundamental que recurramos a establecer su origen etimológico. En este sentido, podríamos destacar que proviene de un neologismo, Weltanschauung, formado por palabras de la lengua alemana: Welt, que puede traducirse como «mundo», y anschauen, que es sinónimo de «mirar».
En concreto, se cree que fue el filósofo alemán Wilhelm Dilthey quien creó ese neologismo en el periodo comprendido entre finales del siglo XIX y principios del XX.
No obstante, no podemos pasar por alto tampoco que, si optamos por recurrir al griego, descubriremos que cosmovisión es una palabra que se encuentra conformada por cosmos, que es equivalente a «ordenar», y el verbo visio, que significa «ver».
Una mirada integral
Es importante tener en cuenta que una cosmovisión es integral; es decir, abarca aspectos de todos los ámbitos de la vida. La religión, la moral, la filosofía y la política forman parte de una cosmovisión.
Las relaciones sociales, la cultura y la educación resultan claves a la hora del desarrollo de la cosmovisión individual. Sin embargo hay que considerar que los seres humanos son seres sociales y, por lo tanto, nadie crece totalmente aislado y ajeno al entorno.
A partir de su interpertación del universo, la naturaleza humana y la realidad en su sentido más amplio, un pueblo desarrolla su cosmovisión. Esta se refleja en la mitología, las tradiciones y la espiritualidad de la comunidad.
La teología, la sociología y la antropología son algunas de las ciencias que, desde diferentes perspectivas, analizan las cosmovisiones.
Características de una cosmovisión
Las cosmovisiones que suelen girar en torno a grandes cuestiones o dilemas: qué le pasa a una persona cuando muere; qué existe y porqué; cómo se puede establecer que algo está bien o está mal; o cuál es el sentido de la existencia del ser humano.
Todas estas consideraciones hacen a la visión del mundo de cada sujeto. La cosmovisión se erige como un paradigma, ya que se la toma como base para entender múltiples cuestiones y se la acepta sin que se le realicen cuestionamientos.
En una cosmovisión suelen convivir diferentes mitos, como el mito del origen y el mito del fin del mundo. Así se brindan explicaciones que pueden relacionarse al concepto del tiempo y al concepto del espacio del grupo. Esos principios, postulados o teorías, a su vez, suelen aparecer de distintas maneras en ritos y ceremonias.
Arte, religión, filosofía y política
El arte es un vehículo que permite expresar o reflejar la cosmovisión de una persona. A través de las manifestaciones artísticas, el sujeto plasma su representación del mundo y sus valores.
Puede decirse que una religión, una ideología, los sistemas filosóficos y las doctrinas políticas forman cosmovisiones, ya que aportan un marco interpretativo para interactuar con la realidad y desarrollar ciertos patrones que tienen que ver con la ética y la moral. El cristianismo, el judaísmo, el islam, el hinduismo, el budismo, el humanismo y el marxismo, en ese sentido, pueden ser considerados como cosmovisiones. Aquellos que intentan imponer su cosmovisión por la fuerza y no aceptan la disidencia son conocidos como fundamentalistas.
Ejemplos de cosmovisión
Como ya indicamos, las religiones pueden considerarse cosmovisiones. Por supuesto, quienes se decantan por el ateísmo o el agnosticismo, no comparten los preceptos religiosos.
Tomemos el caso del catolicismo. Su cosmovisión incluye mitos de creación (sostiene que Dios creó a Adán y Eva -los primeros seres humanos- a partir del polvo) y otras narraciones de características sobrenaturales, como el mito de la trinidad (indica que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo) o el mito del diluvio (señala que Dios provocó el Diluvio Universal pero guió a Noé para que construya un arca y salve a su familia y a diversos animales).
La cosmovisión católica también contempla que Dios es omnipresente, omnipotente y omnisciente: está en todos lados, tiene un poder absoluto y todo lo sabe. Él es quien se encarga de juzgar a las personas una vez que mueren y también será el responsable del Juicio Final que marcará el fin de los tiempos.
Un católico, según su cosmovisión, puede comunicarse con Dios a través del rezo y pedirle lo que desea o necesita. Esta cosmovisión acepta que la intervención divina en el plano real es posible, algo que solo puede sostenerse desde la fe. De este modo, si un creyente se enferma, es probable que le ruegue a Dios por su curación, confiando en que Él puede sanarlo. Para un agnóstico o ateo, en cambio, dicha conducta carece de sentido por no enmarcarse en lo que el realismo de la situación demanda.
Aunque no es habitual, una persona puede desarrollar un cambio de cosmovisión. Dicha modificación puede ser el resultado de una búsqueda personal o estar influenciada por presiones externas. Durante la colonización de América por parte de los europeos, por mencionar un caso, la cosmovisión indígena fue perdiendo espacio a medida que los aborígenes adoptaron el catolicismo.