El expendio económico que se debe concretar para comprar o mantener un servicio o un producto recibe el nombre de costo. Marginal, por su parte, es aquello que se encuentra al margen, resulta escaso o es secundario.
En el ámbito económico, se llama costo marginal al incremento del costo de producción que se genera cuando aumenta la cantidad producida en una unidad. Cabe recordar que el costo de producción alude al dinero que se debe desembolsar para producir un servicio o un bien.
La definición mencionada, en definitiva, indica que el costo marginal es el aumento del costo registrado cuando se produce una unidad adicional de un cierto bien. Dicho de otra manera, el costo marginal refleja la tasa de variación del costo dividida por el cambio del nivel de producción.
Supongamos que una empresa de indumentaria deportiva produce 100 pantalones con un costo de 500 dólares. Si, al producir 120 pantalones, el costo de producción se eleva a 510 dólares, el costo marginal será de 0,5 dólares:
Costo marginal = Variación del costo / Variación de la producción
Costo marginal = 10 dólares / 20 pantalones
Costo marginal = 0,5 dólares por par de pantalones
Esto quiere decir que, para producir un par de pantalones adicional, la compañía en cuestión debe incrementar su costo de producción en 0,5 dólares. Si el costo marginal es de 0,5 dólares por par de pantalones, y la empresa produce 20 pantalones más, su costo de producción aumentará en 10 dólares. En cambio, si pasa a producir 50 pantalones extras, el costo de producción se incrementará en 25 dólares.
Este concepto pertenece a los ámbitos de la economía y las finanzas, y también se conoce como coste marginal. Desde un punto de vista estrictamente matemático, se puede decir que el costo marginal se debe expresar como la derivada de la función del costo total, tomando como referencia la cantidad en la que se ha modificado la producción, la cual en el ejemplo anterior se representa con dos decenas de pantalones extras.
Se entiende por derivada, en el ámbito de las matemáticas, a la función que sirve para medir la rapidez con la que su propio valor cambia, dependiendo del cambio que atraviese su variable independiente. Aquí se suman dos conceptos más:
* decimos que una magnitud es función de otra cuando su valor depende del de la otra (por ejemplo, el área de un cuadrado es función de la extensión de sus lados, ya que se deben multiplicar entre sí para dar este resultado);
* la variable independiente de una función es aquélla a la que podemos asignar diversos valores dentro de un conjunto predefinido para que modifique el valor de la dependiente. En el caso anterior, podríamos decir que el área es la variable dependiente, y los lados son las independientes.
El costo total, mencionado anteriormente, es el resultado de sumar los costos fijos y los variables. Los fijos son aquéllos que en el corto plazo no tienen relación alguna con el nivel de producción de una empresa, sino que se estipulan con antelación y se efectúan independientemente del rendimiento. Los variables, por su parte, sí dependen de la cantidad que se utilice de cualquier factor variable, es decir, de los recursos y la capacidad de producción.
Volviendo al costo marginal, se dice que su evolución se debe representar con una curva con forma de parábola cóncava, es decir que comience decreciendo y luego aumente (como una letra U), algo que se justifica con la ley de los rendimientos decrecientes, la cual señala que: si se se agrega un factor productivo y los demás se mantienen constantes, entonces disminuye el incremento marginal.
Al observar la curva del coste marginal, notamos que en su punto mínimo se halla la cantidad de bienes que debe producir la empresa para que el beneficio sea mínimo.