Definición de

Discriminación positiva

Diferencias socioeconómicas

La discriminación positiva busca minimizar la desigualdad socioeconómica.

La discriminación positiva es un acompañamiento o auxilio que se le concede a un colectivo social que suele ser víctima de una desigualdad. A través de este tipo de medidas se apunta a mitigar o revertir la situación.

Antes de avanzar es importante analizar los términos que componen el concepto. La discriminación es el acto y la consecuencia de discriminar: tratar de manera desigual a un individuo o un grupo social. Positivo, en tanto, es una noción con varios usos: puede aludir a que aquello que resulta afirmativo o que es beneficioso.

Lo habitual es que la desigualdad en el trato sea considerada negativa o perjudicial. En este caso, sin embargo, dicha falta de igualdad se acepta como un mecanismo que permite corregir una problemática social que tiene raíces históricas o culturales.

Si tienes poco tiempo, revisa el índice o el resumen con los puntos clave.

Características de la discriminación positiva

Para comprender qué es la discriminación positiva y por qué en ciertos casos resulta necesaria se deben tener en cuenta varias cuestiones. Un aspecto clave es la igualdad de oportunidades: se espera que todas las personas cuenten con las mismas posibilidades de desarrollo, sin importar su género, etnia, origen racial, orientación sexual, religión, etc.

Sin embargo, para que exista esa igualdad de oportunidades, todos los seres humanos deberían partir de un mismo lugar o tener el mismo origen. Dado que eso no ocurre, se necesitan políticas inclusivas e iniciativas gubernamentales que contribuyan a la justicia social.

Cuando hay un reconocimiento de una desventaja social, con una discriminación sistemática a grupos desfavorecidos, se debe actuar para su corrección. Surge entonces la idea de discriminación positiva, que concede beneficios específicos a las colectividades afectadas.

Hay que destacar, en este marco, que la discriminación positiva no implica otorgar privilegios. La naturaleza de estas acciones se basa en atenuar una situación injusta: dicho de otro modo, puede afirmarse que apunta a compensar una discriminación negativa.

En resumen, la discriminación positiva nace como una respuesta frente a una situación de desventaja, intentando repararla. Su finalidad es rectificar un punto de partida que no es natural y que plasma una desigualdad.

Hombres y mujeres

La igualdad de género es un objetivo frecuente de la discriminación positiva.

Sus beneficios

Como ya indicamos, la discriminación positiva es un instrumento que permite aportar equidad. Está orientada a minorías o grupos sociales que, a lo largo del tiempo, padecieron una discriminación negativa.

Para enmendar la injusticia, por lo tanto, la discriminación positiva puede establecer cuotas o apelar a otros recursos que construyan paridad, como generar una determinada protección legal. Así, combatiendo una desigualdad histórica, aporta al empoderamiento de sectores tradicionalmente postergados o perjudicados.

Con la discriminación positiva hay un trato preferencial en el acceso a servicios o una protección extraordinaria. Pero eso no supone un privilegio, sino un paliativo de un hecho socialmente injusto.

Los beneficios de la discriminación positiva, en definitiva, consisten en la contribución al desarrollo de una sociedad más justa y en la revalorización de grupos habitualmente damnificados por las condiciones imperantes.

Legislación

Es habitual que la discriminación positiva se plasme en la legislación.

Ejemplos de discriminación positiva

Como ya mencionamos, muchas veces la discriminación positiva consiste en fijar cuotas para garantizar la representación de un grupo. En el ámbito laboral, pueden determinarse cuotas que obliguen a contratar a individuos transgénero o personas con discapacidad para favorecer la inclusión laboral.

En Estados Unidos, por ejemplo, existe lo que se conoce como acción afirmativa en las admisiones universitarias. Mediante distintas iniciativas, se trata de favorecer el ingreso a las instituciones de estudiantes latinos y de raza negra, quienes a nivel histórico se enfrentan a numerosos problemas para cursar estudios superiores. Pese a esto, hubo fallos judiciales adversos que invalidaron la discriminación positiva.

Algo similar es impulsado por el Departamento de Trabajo estadounidense, que promueve campañas de difusión y programas formativos para que las compañías contraten a «minorías cualificadas».

En Argentina, por otra parte, está en vigencia desde 2017 la Ley 27.412 que protege la paridad de género en la representación política. De este modo, el Código Electoral obliga a que en las listas de candidatos a diputados y senadores nacionales se intercalen mujeres y hombres.

Las críticas

No se puede dejar de mencionar que la discriminación positiva suele ser objeto de críticas, sobre todo en los sectores más reaccionarios y conservadores. De esta forma, es frecuente que se mencione que no deja de ser una discriminación, con lo cual hay sectores que se perjudican con ella.

Por otro lado, hay quienes sostienen que la discriminación positiva atenta contra el reconocimiento de los méritos individuales. Si una persona accede a un empleo solo por su identidad de género, no se premia su capacidad, e incluso la medida puede damnificar a alguien con un nivel de educación más alto o con mayor experiencia profesional.

De un modo similar, las cuotas y las protecciones extraordinarias pueden bajar los estándares de rendimiento y responsabilidad. Por otro lado, aunque se pretenda asistir a grupos que padecen una injusticia social, con su proteccionismo en cierta forma refuerza los estereotipos y los prejuicios.

Por supuesto, este tipo de posiciones no toma en cuenta el ya mencionado punto de partida desigual. Si no se considera que la igualdad de oportunidades no existe, la discriminación positiva no tiene justificación. Por el contrario, cuando se reconoce que una persona tiene dificultades para acceder a una posición o para obtener lo mismo que las demás simplemente por su género, su etnia o su religión, encontrar mecanismos para asistirla se vuelve una obligación moral y una responsabilidad política.

Un ejemplo habitual que refleja la importancia de la discriminación positiva es el siguiente: supongamos que dos personas intentan observar por encima de una pared de 2 metros de altura. Una de ellas mide 1,75 metros; la otra, 1,50. Si a las dos se les entrega el mismo banco para que puedan subirse a él y así sortear el obstáculo, la más alta habrá conseguido el objetivo, pero la más baja seguirá sin ver nada. Por eso, una asistencia igualitaria continúa siendo injusta y no permite resolver la desigualdad de origen.

Quienes defienden la discriminación positiva suelen expresar que, en un mundo ideal, sus medidas no deberían ser necesarias. Pero en la sociedad actual, con su recorrido histórico, resultan imprescindibles para proteger derechos civiles de grupos perjudicados por condicionamientos sociales.

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Cómo citar este artículo Julián Pérez PortoPublicado por Julián Pérez Porto, el 5 de junio de 2024. Discriminación positiva - Qué es, características, beneficios y ejemplos. Disponible en https://definicion.de/discriminacion-positiva/
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