Filosofía es la reflexión metódica que refleja la articulación del conocimiento y los límites de la existencia y de los modos de ser. El término, de origen griego, se compone de dos vocablos: philos («amor») y sophia («pensamiento, sabiduría, conocimiento»). Por lo tanto, la filosofía es el «amor por el conocimiento».
El filósofo, por su parte, es un individuo que busca el saber por el saber mismo, sin un fin pragmático. Se mueve por la curiosidad e indaga acerca de los últimos fundamentos de la realidad. Más allá del desarrollo de la filosofía como disciplina, el acto de filosofar es intrínseco a la condición humana. No es un saber concreto, sino una actitud natural del hombre con relación al universo y a su propio ser.
Así como la filosofía forma parte de la naturaleza de las personas, también se trata de una campo del saber que integra el mundo académico. Es posible estudiar filosofía en una universidad, con lo cual puede afirmarse que se constituye como una carrera de la educación superior. A su vez, la filosofía como conjunto de conocimientos y prácticas abarca múltiples ramas o especializaciones, como la metafísica, la epistemología y la lógica.
Ramas de la filosofía
Las ramas de la filosofía son numerosas, teniendo en cuenta la extensa historia de la disciplina y las diferencias culturales. Si bien a fines analíticos suele dividirse en dos grandes grupos en cuanto a la región (filosofía occidental y filosofía oriental), en estos conjuntos se pueden reconocer numerosas subdivisiones, como la filosofía europea, la latinoamericana, la china, la islámica o la india. En este punto no se puede dejar de subrayar que los grandes filósofos no son solo occidentales. Los aportes de personalidades como Confucio y Lao Tzu, por mencionar dos pensadores chinos, son claves en la historia del ser humano.
Hay ramas de la filosofía que actualmente, por su alcance, exceden a la disciplina. La ética, la lógica, la estética, el escepticismo, el pragmatismo, el cinismo y el realismo, entre otras, aparecen de distintos modos en múltiples ámbitos y hasta en la vida cotidiana. La metafísica, la ontología, la cosmología y la epistemología también trascienden lo estrictamente filosófico para integrarse a ciencias, prácticas y procedimientos de todo tipo.
En algunos casos, las teorías de algunos pensadores tuvieron un desarrollo tan amplio que llegaron a erigirse como ramas en sí mismas. El marxismo, el hegelianismo y el kantismo son una muestra de esta realidad.
Otras corrientes de la filosofía están íntimamente vinculadas a su objeto de estudio o su campo de aplicación. Por eso puede hablarse de filosofía del derecho, filosofía política, filosofía de la mente, de la religión, de la historia o del lenguaje, entre muchas otras.
Características de la filosofía
- Crítica: La filosofía cuestiona constantemente supuestos y verdades aceptadas.
- Reflexiva: Reflexiona sobre cuestiones fundamentales acerca del ser, el conocimiento, la moral, y la estética.
- Racional: Se basa en el razonamiento lógico y argumentativo.
- Sistemática: Busca construir sistemas de pensamiento coherentes.
- Universal: Aborda temas que son de interés general y no particular o regional.
- Abstracta: Trata conceptos que muchas veces no son observables ni empíricamente verificables.
- Interdisciplinaria: Interactúa con diversas áreas del saber como la ciencia, el arte, y la política.
- Dialéctica: Utiliza la discusión y el diálogo como métodos para explorar ideas.
- Analítica: Descompone complejas cuestiones filosóficas en componentes más pequeños para su estudio.
- Perenne: Algunas de sus cuestiones y problemas han perdurado a lo largo de la historia.
- Problemática: Identifica y formula problemas filosóficos específicos.
- Prescriptiva: A menudo busca no solo entender el mundo, sino sugerir cómo debería ser.
Galería de filósofos célebres
Historia de la filosofía
La historia de la filosofía es tan extensa como la historia de la humanidad. Si asociamos esta noción a la reflexión sobre el ser y a la búsqueda de conocimiento, sus orígenes se encuentran anclados en los primeros tiempos de los seres humanos.
De todos modos, la filosofía como disciplina empieza a forjarse cuando este tipo de prácticas comienzan a sistematizarse. En este sentido, la filosofía nace en la Antigua Grecia en torno al siglo VI a. C. Suele señalarse a Pitágoras, en este marco, como el responsable de acuñar el concepto.
Hay especialistas que vinculan el desarrollo primigenio de la filosofía al surgimiento de los Estados. También lo relacionan a la irrupción de la religión como sistema o institución. Lo que se propuso la filosofía es hallar argumentos surgidos del raciocinio para explicar cuestiones que emanaban de creencias o de una autoridad.
Comparación con la religión y la ciencia
Al igual que la religión, la filosofía se centra en las cuestiones últimas de la existencia humana. En cambio, a diferencia de la religión, no se basa en una revelación divina o en la fe, sino que lo hace en la razón. De esta forma, la filosofía puede ser definida como el análisis racional del sentido de la existencia humana, tanto individual como colectiva, fundado en la comprensión del ser.
Pese a ciertas semejanzas con la ciencia, la filosofía se distancia de esta porque muchas de sus preguntas no pueden ser respondidas mediante el empirismo experimental. Es interesante, en este punto, hacer alusión a la existencia de la filosofía de la ciencia: una rama filosófica que analiza cómo se producen las teorías, las prácticas y los conocimientos científicos.
Etapas del desarrollo de la filosofía
En el desarrollo histórico de la filosofía pueden reconocerse cinco grandes etapas: la filosofía antigua, la medieval, la renacentista, la moderna y la contemporánea. En cada una de estas fases, la disciplina evidenció diferentes características a partir de una diversidad de escuelas y corrientes.
No se puede dejar de mencionar, de todos modos, que la filosofía no avanzó por los mismos caminos en todas las sociedades. Por eso suele distinguirse entre la filosofía occidental y la oriental, que engloban los aportes de los pueblos de cada parte del mundo.
Filosofía antigua
La filosofía antigua es aquella que se llevó a cabo entre el año 3.000 a. C. y el 500 d. C. Abarca la producción filosófica de la Antigua Grecia y del Imperio romano, con lo cual su importancia en la historia occidental es enorme.
Este periodo se inicia con la labor de los filósofos que antecedieron a Sócrates, mencionados como presocráticos. Continúa con la instancia clásica que tuvo su inicio de la mano de Sócrates y que incluye a su alumno Platón y a Aristóteles (discípulo de Platón), y luego sigue con los aportes de los filósofos helenísticos y con la llamada antigüedad tardía, donde destacaron los escépticos, los estoicos y los epicúreos.
Filosofía medieval
La filosofía medieval se puso en marcha cuando cayó el Imperio romano y se extendió hasta la época del Renacimiento. A grandes rasgos, puede decirse que apuntó a construir puentes entre la filosofía y la religión, reflexionando sobre la fe y la divinidad, por ejemplo.
Tomás de Aquino, Guillermo de Ockham, Averroes, Avicena y Maimónides son exponentes de la filosofía medieval, cada uno con un trabajo relevante llevado a cabo en su región.
Filosofía renacentista
La siguiente etapa en la historia de la filosofía occidental fue la renacentista, cuyas raíces se ubican en el siglo XV. Con base en el territorio italiano, la filosofía renacentista tuvo un apogeo de un siglo aproximadamente.
En estos años hubo un importante avance de la filosofía política, la filosofía de la naturaleza y el humanismo, campos de mayor predominio en esta época. Nicolás Maquiavelo, Santo Tomás Moro, Erasmo de Róterdam, Giordano Bruno, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei y Leonardo da Vinci están entre los principales pensadores de esta fase.
Filosofía moderna
Del siglo XVII al siglo XX se desplegó la filosofía moderna. Es importante considerar que los límites de cada etapa no son exactos, lo que lleva a que algunos filósofos e incluso corrientes puedan ser inscriptos en uno u otro periodo.
La metafísica, la epistemología, el racionalismo, el empirismo y la ética son ramas de amplio despliegue en la filosofía moderna. Pensadores como Baruch Spinoza, René Descartes, Thomas Hobbes, John Locke, David Hume, Jean-Jacques Rousseau, Immanuel Kant, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Auguste Comte, Friedrich Engels, Karl Marx, Friedrich Nietzsche y John Stuart Mill son señalados entre los más destacados de esta fase.
Filosofía contemporánea
Tras la finalización de la etapa de la filosofía moderna, se inició la filosofía contemporánea, que llega hasta nuestros días. Corrientes como el existencialismo, el positivismo lógico, el materialismo filosófico, el postestructuralismo y la fenomenología adquirieron relevancia en el periodo.
Figuras como Karl Popper, Martin Heidegger, Bertrand Russell, Claude Lévi-Strauss, Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Jacques Derrida, Hannah Arendt, Noam Chomsky y Gilles Deleuze sobresalen por sus contribuciones a diversas áreas de la filosofìa contemporánea.
La importancia de la Antigua Grecia
Para que pudieran desarrollarse todas las etapas históricas de la filosofía, tuvo que haber un comienzo. Y es en la Antigua Grecia donde surgió por primera vez la filosofía. Apareció a principios del siglo VI a. C. en la región de Jonia, que se encuentra situada en Asia. Un momento y un lugar que, sin duda alguna, marcaron a esta rama del saber, pues allí tuvieron lugar algunos acontecimientos fundamentales en la misma.
Entre esos puntos cúlmenes que hay que subrayar, nos encontramos con el establecimiento de cuatro periodos como son la filosofía presocrática, el sofismo, la ática y la post-aristotélica.
Etapas todas ellas donde tomarán protagonismo grandes pensadores que actualmente siguen estudiándose y que se han convertido en pilares básicos de la historia de la filosofía. Este sería, por ejemplo, el caso del mencionado Platón, quien fue seguidor de Sócrates y destacó por realizar numerosas obras donde hizo especial hincapié en lo que es la teoría de las ideas y de las formas.
Su teoría postulaba que cada idea es inmutable y única y que los seres del mundo sensible se caracterizan por ser imperfectos y deficientes. Cuestiones todas ellas que adquirieron gran valor dentro de la filosofía, como también lo hizo su conocido mito de la caverna, donde analiza en profundidad la diferencia entre realidad y conocimiento. Los seguidores de Platón, en tanto, impulsaron la doctrina conocida como platonismo.
Además de este pensador, también es fundamental en el seno de esta rama que nos ocupa Aristóteles, quien fuera discípulo de Platón. Una figura que está considerada, entre otras cosas, como el padre de la lógica y cuyos seguidores promovieron el movimiento bautizado como aristotelismo.
La enseñanza de filosofía
El español Abel Ros es profesor de Filosofía, sociólogo y politicólogo. Autor de los libros «Desde la crítica» y «El pensamiento atrapado» y colaborador habitual en distintos medios de comunicación, lleva adelante el blog El Rincón de la Crítica.
Considerando su amplia experiencia y sus conocimientos, lo consultamos acerca de la enseñanza de filosofía:
– ¿Cuál es el mayor obstáculo o la principal dificultad a la hora de enseñar filosofía?
A la hora de enseñar filosofía, el principal obstáculo es su contenido abstracto. El filósofo trabaja con conceptos, o dicho de otro modo, ideas intangibles como el bien, lo justo, la belleza, el mal, la democracia y la metafísica, entre otros. Tales conceptos requieren que el alumno posea un pensamiento abstracto desarrollado. Este pensamiento, a su vez, también es necesario para analizar la historia del pensamiento. Una historia que requiriere, por su parte, un conocimiento amplio de los contextos históricos. Y finalmente, el profesor de filosofía necesita que sus alumnos tengan capacidad crítica para cuestionar la realidad. A todo ello, se debe explicar “¿qué es la filosofía?”. Una pregunta necesaria para emprender el “amor a la sabiduría”.
Abel Ros
– ¿Qué estrategias crees que pueden aplicarse para despertar interés por esta disciplina?
Se debe impartir una estrategia integral que ponga en valor la filosofía teórica y práctica. En cuanto a la filosofía teórica se deben explicar las corrientes y sus representantes, dentro de su contexto histórico y filosófico. Se deben leer las fuentes originales y secundarias. Y, finalmente, dominar la terminología de la disciplina. La filosofía práctica permite el conocimiento de la ética y la política. Para ello es importante que se hagan, en el aula, debates acerca de dilemas éticos, disertaciones, lectura de periódicos y comentarios de la actualidad. Con estos mimbres, conseguimos que el alumnado despierte su interés por el conocimiento. Tome conciencia de la importancia de la razón y su aplicación en la complejidad del presente.
Abel Ros