Las finanzas corporativas son un área de la economía centrada en la gestión de los recursos financieros de una compañía. Este campo de las finanzas abarca cuestiones como la estructuración de capital, el financiamiento y las inversiones de una compañía.
El concepto alude a la toma de decisiones monetarias de una corporación. Se trata de aquellas acciones que se llevan a cabo con la finalidad de incrementar la valoración de empresas, aumentando así los beneficios que obtienen los accionistas.
Qué son las finanzas corporativas
Para comprender qué son las finanzas corporativas, es importante analizar los dos términos que componen la expresión. La idea de finanzas alude a los caudales: bienes, capital, inversiones. Corporativo, en tanto, es un adjetivo referente a lo relacionado a una corporación: una empresa (generalmente de gran tamaño) o una organización cuyo control está en manos de sus miembros (como ocurre con los accionistas que deciden sobre la dirección de una compañía).
Puede decirse que las finanzas corporativas contemplan todas aquellas herramientas y decisiones que tienen un efecto financiero en una compañía. Para lograr acrecentar el capital y maximizar el valor que se les brinda a los accionistas, se deben analizar múltiples variables.
La oficina o el sector de finanzas corporativas de una compañía, por lo tanto, se encarga de la administración y la asignación de los recursos económicos. Entre sus funciones se encuentran la recaudación de fondos, el análisis de viabilidad de los proyectos y el diseño y la ejecución de las políticas y estrategias de inversión.
Otro modo de entender las finanzas corporativas es como un puente entre la entidad y los mercados de capitales. Esto es clave para financiación, las inversiones e incluso para las operaciones de la firma.
En un sentido amplio, quienes tienen responsabilidad sobre las finanzas corporativas se encargan de tomar decisiones relacionadas con las inversiones y el financiamiento. De este modo, estudian cómo sumar activos y de qué manera conseguir los fondos que se necesitan para dichas adquisiciones.
Aspectos más importantes
Las finanzas corporativas requieren tener en cuenta múltiples aristas para que una administración sea exitosa. El análisis financiero debe ser acertado para una gestión de riesgos acorde a las necesidades de la empresa, que debe contar con un balance general saludable y tener rentabilidad. Así como las compañías necesitan disponer de capital de trabajo y flujo de caja, también apuntan a repartir dividendos y generar valor para los accionistas.
Por un lado, es trascendental el equilibrio entre la búsqueda de beneficios y el riesgo financiero. Hay que considerar que, a medida que crece la promesa de rentabilidad de una inversión, aumentan los riesgos.
La gestión de la liquidez es otra cuestión que no puede pasarse por alto. Una corporación necesita dinero en efectivo o de disponibilidad inmediata para hacer frente a sus obligaciones cotidianas; no obstante, ese dinero que se reserva no puede ser destinado a la inversión (hay un costo de oportunidad).
En las finanzas corporativas también debe considerarse la variable del tiempo. Para prescindir del uso actual del dinero, se necesitan tasas de interés o de retorno que resulten lo suficientemente atractivas. Examinar ese período de recuperación de la inversión es muy relevante.
La importancia de la planificación en las finanzas corporativas
En las finanzas siempre es importante planificar. Se deben establecer metas y luego orientar las acciones hacia dicho fin, administrando los recursos y tomando decisiones en virtud de lo planificado.
En este marco, lo primero que debe hacerse es fijar objetivos, tanto de corto como de mediano y largo plazo. Dichos objetivos deben funcionar como guía y tienen que estar en el centro de la estrategia corporativa. De manera simultánea, hay que definir el presupuesto. Si bien un presupuesto siempre actúa como orientación, resulta indispensable tratar de no desviarse de lo previsto. Así se evita poner en riesgo el estado financiero de la firma.
La planificación, por supuesto, tiene que incluir evaluaciones periódicas. De esta forma se podrán introducir los cambios necesarios en la estrategia para favorecer que los objetivos puedan ser alcanzados.
La formación
Los expertos en finanzas corporativas cuentan con estudios en ciencias económicas. Un licenciado en Administración de Empresas, por ejemplo, posee los conocimientos necesarios para dirigir las finanzas corporativas de una compañía.
No obstante, hay estudios que permiten especializarse específicamente en esta materia a través de educación financiera corporativa. Por ejemplo, la Southern New Hampshire University de Estados Unidos ofrece una Maestría en Finanzas Corporativas. De acuerdo al detalle brindado por la institución, los estudiantes aprenden sobre estructura de capital, fusiones y adquisiciones, financiación a corto y largo plazo y otros temas de interés.
La Universidad Siglo 21 (Argentina), en tanto, brinda una Especialización en Finanzas Corporativas y Mercado de Capitales. Se trata de una propuesta dirigida a la toma de decisiones financieras, con lo cual el diseño curricular está orientado a quienes desean desarrollarse profesionalmente en servicios financieros o bancarios y áreas gerenciales, por ejemplo.
En la Universidad Torcuato Di Tella, también en Argentina, Finanzas Corporativas es una asignatura de la Maestría en Finanzas donde se analizan cuestiones como los bonos corporativos y el financiamiento de deuda.
La Pontificia Universidad Católica de Chile, en tanto, cuenta con un Diplomado en Finanzas Corporativas. Esta capacitación gira en torno a instrumentos de deuda, estructura de financiamiento y otros elementos que son muy importantes para la creación de valor.